Mientras sucumbía el colorido y bochinchero acto que el PRO había organizado por la visita de su máximo referente Mauricio Macri a Villa María (ver página 5), en pleno centro de la ciudad, la marcha de autos en reclamo por el Hospital Pasteur intentaba atravesar la concurrida esquina de San Martín y Buenos Aires.
De un lado, un despliegue de globos y remeras amarillas con alusiones al candidato macrista Héctor Baldassi. Del otro, banderas argentinas sostenidas en los vidrios laterales de los rodados con consignas tales como: “Señor gobernador, escuche a los trabajadores”, “De la Sota: Villa María también existe” y “Basta de trabajadores precarizados”.
Tales inscripciones con exigencias fueron acompañadas por carteles que rezaban: “La Justicia nos dio la razón: los trabajadores pueden elegir su gremio” (de ATE) y “Por una salud pública eficiente”.
Con la presencia del dirigente de la Asociación de Trabajadores del Estado, Arnaldo Molina, y de referentes políticos como el excandidato a intendente de Villa Nueva Manuel Argüello, se compartió un documento -a cargo del equipo de médicos generalistas y pediatras de la Guardia central del Hospital- ante el público que se pudo reunir en tales circunstancias.
Las demandas
El mismo señalaba lo siguiente: “Hoy reclamamos por los contratos de 17 compañeros que son monotributistas o facturantes, por indumentaria de trabajo que hace varios años no entregan. Por aparatología deteriorada (ni siquiera funciona el equipo de radiología al 100% para la emergentología) e insumos varios. Además, reclamamos aumentos acordes con la realidad económica del país.
Nos duele que lleguen contratos para personas que no estaban trabajando y que, a nuestro criterio, no son vitales para el desarrollo de las actividades. Nos duele que renuncien compañeros, como el cirujano pediatra, o que se vayan personas del servicio de Pediatría que estaban dando respuesta a una demanda cada vez más creciente. Todo nos duele, pero no queremos hablar sólo de las consecuencias, sino más bien de las causas. Por eso denunciamos que la falta o la insuficiencia de políticas públicas, sanitarias y educacionales es la verdadera causa del deterioro del estado de salud pública provincial, nacional y municipal (...). Sin olvidar que las coberturas de salud por obras sociales también cuentan con serios problemas que nos transforma en prestadores de alternativa para que una gran masa laboral mutualizada deba recurrir a la salud pública, lo cual no significa que nos transformemos en prestadores de alternativa publicitada por el Estado (...). También queremos denunciar el déficit de coordinación entre municipio y Provincia en políticas sanitarias, ya que los dispensarios de nuestra ciudad no cumplen con los requisitos para los cuales la Provincia les otorgó el fondo de financiamiento de descentralización que abarca no sólo programas de prevención y promoción de la salud (que es totalmente incompleto), sino que deben hacerse cargo del primer nivel de atención de la enfermedad”.