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Alexis Zegatti
De menor a mayor, perdiendo el primer clásico en este torneo pero amoldando su equipo a gusto y placer. José Luis Danna está orgulloso con sus dirigidos, así lo deja entrever en sus palabras tras el triunfo.
“Fue grande, por las cosas como se dieron. Este grupo tiene un temple valorable y gracias a eso hoy cuando no se pudo jugar y tuvimos que defender, lo hicimos”, aseguró Danna y agregó que “cuando José Fernández y Sontag tuvieron que ser volantes, lo fueron. Tener un equipo de estas características me llena de orgullo”.
El entrenador del “Rojinegro” aseguró que para este clásico “tenía una convicción enorme en el grupo” y destacó el trabajo de sus dirigidos en números, al manifestar: “Sacar 24 puntos, de 27, pocos lo hacen, nosotros sí”.
“Es un grupo de jugadores que sabe qué tenemos que hacer dentro de la cancha. Cuando le pedí a Sontag si se la iba a bancar de cinco y me dijo que sí, entendí que no había razón para hacer un cambio en ese momento porque teníamos algunos jugadores entre algodones, como es el caso Cardona y Luna”, sostuvo.
Sin embargo, fue cauto y remarcó que sus dirigidos siempre van mejorando, “trabajamos para estar cada día mejor”, a la vez que se lamentó por las expulsiones de dos jugadores claves en el funcionamiento del mediocampo, como lo son Luppo y Ramírez. Sin poner excusas, reconoció que desde su punto de vista ambos estuvieron bien expulsados.
También recordó que “lo habíamos hablado, si había algo que no teníamos que hacer era eso, porque más allá de que fuera un clásico, eran 3 puntos, y hasta perdiendo quedábamos en la punta”.
Finalmente, habló sobre José Fernández, el delantero que volvía luego de tres fechas por una expulsión. Sobre él manifestó: “Llegaba hasta el área nuestra a defender, estábamos preparados porque lo hacemos en la práctica. Nos llevamos esta alegría enorme para buscar lo más rápido la clasificación y estar lo mejor posible para cuartos de final”.
Muy verde
Rivadavia no encontró nunca los caminos para llegar con claridad al arco defendido por Giraudo. Pese a tener un hombre de más durante gran parte del cotejo, no supo aprovecharlo y los de Santoni se quedaron con las manos vacías. Al concluir el encuentro, el sinsabor por la floja producción y la derrota podía verse en cada uno de los rostros.
Marcos Berterame fue uno de los pocos que se quedó un poco más que el resto en el campo de juego. Detrás de todos, agotado, sin encontrar respuestas. Se abrazó con Giraudo, se saludaron y ambos se tiraron flores, ya casi no había casacas verdes en el campo de juego.
El “puli” dialogó con EL DIARIO y mostró su tristeza por la derrota: “En el primer tiempo creamos algunas situaciones, pero se nos escapó. Hay que seguir metiendo, falta mucho, era un clásico y había que ganar”, dijo.
“Estábamos convencidos de ganar, pero por un error nuestro nos hicieron el gol y no lo supimos manejar. Intentamos jugar, aunque la cancha no se presta, pero no es excusa. Los clásicos no se juegan bien, se ganan”, aseguró uno de los líderes del equipo que dirige el “Chelo” Santoni.
Consultado sobre la producción del equipo reconoció que pese a que tuvieron más el balón que su rival, no supieron qué hacer con él. También aseveró que les costó en demasía poder generar peligro.
Por otra parte, sobre la temprana expulsión de un rival opinó que eso no influyó. “Es mejor, debería habernos favorecido, pero no supimos aprovecharlo nunca”. Sin buscar excusas, el volante, que no tuvo un buen partido, como el resto de sus compañeros, dijo: “Tenemos que seguir trabajando, entrenando en la semana, para revertir esto. Falta mucho”.
Apostillas
Otro vestuario. Rivadavia, que era visitante, no utilizó los vestuarios de la cancha de Colón. Los jugadores del “Verde” se cambiaron y realizaron el precalentamiento en su cancha. Minutos antes del inicio del cotejo, se trasladaron al reducto de su máximo rival.
Luna, con lo justo. El defensor, ex-Alumni, probó hasta último minuto para estar presente en el clásico. El pasado domingo sufrió una fuerte contractura que lo obligó a dejar el encuentro antes. Esta vez, respondió bien.
Retraso. Diez minutos fue el retraso que tuvo el inicio del encuentro pactado para las 15.45.
11. Los segundos que estuvo Juan Pablo Ramírez en el campo de juego. Cuatro jugadores tocaron el balón desde el inicio del cotejo y se fue expulsado por un manotazo a Franco Santoni.
Viejos conocidos. Matías Rojas, hoy en Rivadavia, supo defender la casaca rojinegra; la misma situación vivieron Juan Peretti y Marcelo Bianchi, hoy en Colón, pero con pasado verde.
¿Vuelve? Lucas Morre, quien estaba jugando en San Carlos de Noetinger (Liga Bellvillense), entrena en Colón. El volante zurdo volvería a defender los colores de Colón.
450. Son las entradas que se cortaron, según se informó oficialmente.
20. Los efectivos policiales dispuestos para este encuentro.