Las posibilidades de lograr un embarazo son de alrededor del 30% por ciclo antes de los 30 años.
La misma mujer pasados los 30 años tiene el 15% y a partir de los 35 años las posibilidades de embarazo se quedan ya en un 10%.
Esta cifra desciende al 5% después de los 40 años.
Europa y Estados Unidos están sufriendo un notable declinar de la fertilidad humana. Razones sociales, económicas, profesionales, etcétera, hacen que la mujer posponga su primer embarazo pasados los 30 años.
Actualmente, las estadísticas de población hablan de unas tasas de esterilidad que pueden oscilar entre el 15% y el 20%. Se calcula que dos de cada diez parejas tendrán problemas de fertilidad.
No obstante, hay que tener en cuenta que la mayor parte de estas parejas no es definitivamente estéril, sino que presenta cierto grado de subfertilidad, que será de mayor trascendencia si lleva mucho tiempo buscando el embarazo y si la edad de los componentes de la pareja, especialmente de la mujer, va en aumento.
Hoy sabemos que la edad del hombre también juega a la hora de lograr un embarazo, pero la calidad del semen comienza a alterarse en forma mas tardía.
¿A partir de qué edad de la mujer debemos empezar a preocuparnos?
La edad de la mujer es el factor más importante y se sabe bien que su fertilidad empieza a disminuir pasados los 30 años. Se acepta que la posibilidad de conseguir una gestación cada mes pasa de un 10%, a los 35 años, a un 8% a los 38 años.
A esta edad, el porcentaje de mujeres definitivamente estériles puede llegar a un 50%. Sin embargo, la sociedad actual somete a la mujer joven a una gran presión profesional y le obliga a retrasar sus deseos de maternidad hasta bien entrada la treintena. En los países desarrollados, la natalidad se ha reducido un 50% en los últimos 30 años y el porcentaje de mujeres que tuvo su primer hijo después de los 35 años de edad se ha incrementado un 30% en los últimos cinco años.
Todos los análisis son válidos para explicar la importancia de la edad en la creciente pobreza reproductora de nuestra especie. Una vez asimilada la magnitud del problema, hay que intentar solucionarlo, desde el respeto a la situación personal de cada pareja y no desde una política demográfica global.
La responsabilidad de todos está en sensibilizar a la sociedad para que, a través de sus políticos, consiga que se den unas condiciones favorables para que las parejas jóvenes puedan crear pronto una familia de acuerdo a su voluntad.
Estudios en laboratorio han demostrado que los óvulos de mujeres de edad avanzada sufren fenómenos que alteran su calidad y la de sus cromosomas
¿Existe el envejecimiento del ovario?
Por supuesto. En la mayoría de las mujeres, cuando el ovario envejece, éste pierde progresivamente su dotación de óvulos, lo que se manifiesta con una elevación en la secreción de FSH (hormona folículo estimulante) y un incremento de los niveles básales de estradiol (estrógeno fundamental en la mujer y de origen ovárico), con disminución de los niveles de la HAM (hormona antimulleriana) y el conteo de folículos antrales (CFA). En estas circunstancias, el ritmo de pérdida de los óvulos que quedan se acelera.
La reducción del potencial reproductor se hace patente no sólo por el compromiso en la función de los ovarios, sino porque la calidad de los óvulos se ve alterada. Estudios en laboratorio han demostrado que los óvulos de mujeres de edad avanzada sufren fenómenos que alteran la calidad de la célula y de sus cromosomas, lo que contribuye a explicar la dificultad para conseguir gestación en estas pacientes y el mayor número de abortos en el primer trimestre de gestación en mujeres mayores de 35 años, además de los problemas genéticos que van en aumento, especialmente luego de los 40 años.
Por este motivo es fundamental estudiar la reserva ovárica de cada paciente, para poder informarle de sus expectativas naturales de gestación y de su eventual necesidad de someterse a tratamientos de reproducción asistida que potencien su escasa fertilidad natural.
¿Existe alguna prueba que permita saber la cantidad de óvulos que les quedan a los ovarios?
Antes de dar un pronóstico del potencial reproductor de una paciente determinada es obligatorio estudiar el estado de la reserva de óvulos. Para ello se deben analizar diversos parámetros como la edad, los niveles básales de FSH, estradiol y HAM y estudiar el aspecto del ovario mediante ecografía.
La determinación de FSH, estradiol y HAM se realiza mediante un simple análisis de sangre en los primeros días del ciclo, es decir, entre el tercero y quinto día de la regla.
La ecografía transvaginal realizada también en esos primeros días de la menstruación nos permite evaluar la dotación de óvulos y establecer así un pronóstico.
¿De qué soluciones disponemos?
Ante una mujer que ha superado los 35 años o alguno de los marcadores de reserva ovárica nos indica que es necesario preservar la fertilidad es posible criopreservar ovocitos o embriones. O bien indicar la posibilidad de embarazo a la brevedad posible. En caso de haber legado tarde es posible recurrir a la ovodonación o tratar de lograr e identificar los mejores embriones para aumentar las chances del alcanzar el embarazo.
Prof. Dr. Natalio
Kuperman
Doctor en Medicina
y Cirugía
Especialista en Medicina Reproductiva