Un abrupto final tuvo ayer el juicio que se le seguía a un joven acusado de haberle causado la muerte a un vecino de barrio Los Olmos, luego de que familiares de víctima y victimario se insultaran mutuamente al momento de conocerse la sentencia.
“¿Nada más que tres años por una muerte?”, se preguntó en voz alta una de las allegadas de Sergio Alejandro Balbuena (44), a lo que le siguió un intercambio de agravios que interrumpió la lectura del veredicto dictado por el juez René Gandarillas.
Hasta ese momento, todo había transcurrido con normalidad. En uno de los bancos de la sala se habían sentado cuatro mujeres (luego se supo que una de ellas es hermana del fallecido) y en el sector opuesto hicieron lo propio la mujer, la madre y un hermano del homicida, Fernando Omar Medina (27), alias “Cara e’ yuyo”.
Cuando la secretaria Marcela Mattalía leyó la parte resolutiva de la sentencia, señalando que Medina había sido declarado culpable de “homicidio preterintencional” y que se le imponía la sanción de tres años de prisión efectiva, una de las familiares de Balbuena cuestionó a viva voz la pena por considerarla muy leve. De inmediato se sumaron los gritos de sus compañeras de banco, a lo que desde el otro sector respondió -también con agravios- la concubina del condenado.
La rápida intervención del suboficial principal César Gallo, encargado de la seguridad de la Cámara del Crimen, evitó que el incidente pasara a mayores (estuvieron a punto de tomarse a golpes) y junto a otro funcionario policial pudo calmar a las exaltadas mujeres, que igualmente se insultaron a los gritos durante un par de minutos.
El violento episodio verbal tuvo inesperadas consecuencias en la salud de la madre de Medina, quien se descompuso y sufrió un desmayo, por lo que debió ser asistida por el médico forense de Tribunales, Gustavo Rodríguez.
Paralelamente al incidente, el personal del Servicio Penitenciario que custodiaba al acusado lo retiró de la sala por una puerta lateral, impidiendo así cualquier tipo de agresión física.
El juicio había comenzado el viernes pasado, oportunidad en la que el fiscal Francisco Márquez pidió ocho años de prisión para Medina por considerar que era autor responsable de “homicidio simple”.
A su turno, el abogado Daniel Enrique Volpe reclamó una sanción de tres años de cárcel para su cliente por entender que la muerte de Balbuena debía encuadrarse como un “homicidio preterintencional”.
Cabe recordar que los delitos preterintencionales son aquellos que se presentan cuando una conducta delictiva produce resultados más allá de los buscados. Por ejemplo, dos personas se traban en lucha, una empuja a la otra y ésta, al caer al suelo, se golpea la cabeza con el cordón de la vereda y muere.
En ese caso, Medina fue declarado autor de “homicidio preterintencional” porque no tuvo la intención de asesinar y, a la vez, porque el golpe en sí mismo no tenía la entidad para provocar la muerte.
Como el condenado ya lleva 11 meses entre rejas y registra buena conducta en la cárcel de barrio Belgrano, ya está en situación de requerir la “libertad condicional” (le alcanzaba con ocho meses), por lo que es un hecho que será liberado en las próximas horas, una vez que su abogado realice los trámites administrativos de rigor ante el juez de Ejecución de Sentencias, Arturo Ferreyra.