Trabajaron ayer con alumnos de quinto y sexto año de la Escuela El Caminante en la prevención de noviazgos violentos. Mediante el taller, adolescentes develaron actitudes que reflejan cierto maltrato durante el noviazgo, aunque por lo general lo tienen naturalizado.
La actividad formó parte de un programa denominado “Nuestra sexualidad, nuestros derechos”, que lleva adelante el Centro de Atención Primaria de la Salud (CAPS) de barrio Carlos Pellegrini con la colaboración del CAPS de barrio Belgrano. Comprende talleres en la Escuela Juana Manso (de cuarto a sexto grado), con mujeres que están en la Congregación de Hermanas Adoratrices y en El Caminante, precisamente donde ayer se concretó el cuarto taller.
Además, mediante este plan, se refuerza en el sector barrial el control ginecológico, la planificación familiar, consejería, campaña por el PAP y la prevención de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS). Todo esto se hace año a año, “pero hemos ido incorporando acciones”, indicaron ayer la licenciada en trabajo social, Andrea Polverini, y la licenciada en enfermería, Micaela Crosetto, al dialogar con EL DIARIO.
Con el grupo de la víspera, con quien vienen trabajando desde el primer año, abordaron la violencia en la pareja, algo que observan con incidencia entre los jóvenes. El eje fue desnaturalizar situaciones que para los adolescentes son comunes, pero que revelan una relación con cierta patología.
“Al CAPS nos llegan casos. Quizás no ha habido golpes aún, pero sí existe una relación de control, de celos obsesivos y de aislamiento de la pareja”, confirmaron las profesionales.
Los alumnos, en principio, no admitieron estas situaciones, pero en el transcurso del taller y a raíz de situaciones de grupo que vieron, reconocieron conductas que atentan contra las relaciones saludables.
El equipo hizo hincapié en trabajar el respeto por la privacidad de cada uno de los miembros de la pareja y recalcar que el tener novio o novia no es tener su posesión.
La clave es el respeto mutuo. Las especialistas precisaron que si el compañero o la compañera controla tus salidas, la ropa, las amistades, las actividades, el cómo y el cuándo tener relaciones sexuales (enfatizaron en que sea consentida), controla los mensajes de texto o el correo electrónico o amenaza con el abandono si no se hace tal cosa, “entonces no hay amor, hay violencia”.
En el taller con los estudiantes quedó al descubierto que es común controlarse el teléfono o muchos piensan que los novios o novias “me celan porque me quiere”, algo que es erróneo según las profesionales.
“Toda conducta no aprobada por uno es violencia”, recalcaron.
Polverini y Crosetto llamaron, en este sentido, a “que cada uno se pregunte a sí mismo si se siente cómodo en la relación”.
El que uno de los dos piense que si dice tal cosa o hace tal cosa la pareja se enojará, es una señal de que el vínculo no es sano.
El equipo le apuntó a los asistentes que el noviazgo es una etapa de preparación para saber si la persona que está al lado es con la que uno quiere para pasar sus días.
También se trabajó el ciclo de la violencia. Todo, con la fuerte participación del alumnado, ya que se detectó que son receptivos a la temática.
Las entrevistadas aclararon que “los docentes también trabajan estos temas” y que desde los CAPS lo refuerzan.
Embarazos adolescentes
En tanto, mañana irán al IPEM Manuel Anselmo Ocampo, a las 10, a sociabilizar el programa ante el sexto año de este establecimiento de Nivel Medio de calle Catamarca.
Se hablará, según se adelantó a este matutino, de embarazos adolescentes, reforzando la planificación familiar y el análisis de los métodos anticonceptivos.
Por su lado, en la Escuela Juana Manso se trabaja también en planificación familiar, en la prevención de noviazgos violentos y en la prevención de la violencia escolar.
“Trabajamos mucho, mediante este programa, en el concepto de toma de decisiones. En que se conozcan las consecuencias de cada determinación, las positivas y las negativas”, indicaron.
Además se aborda el embarazo no oportuno. “Muchas veces el embarazo es deseado, pero se da en un momento incorrecto”, remarcaron.
Y se subraya que el preservativo es el método ideal para prevenir infecciones de transmisión sexual, haciendo eje en que los adolescentes tomen conciencia de que no sólo deben pensar en un eventual embarazo, sino en evitar contraer ETS, como el HIV, por ejemplo.