Días pasados se realizó en el servicio de Hemodinamia de la Clínica Fusavim Privada un procedimiento de muy alta complejidad denominado “angioplastia carótida intracerebral asociada a angioplastia carótida extracraneana”.
Las obstrucciones de las arterias carótidas internas intracerebrales no son tratables con cirugía pues el sitio de obstrucción se encuentra en el trayecto de la arteria por el hueso de la base del cráneo.
El procedimiento para abrir una obstrucción que disminuye severamente la luz de una arteria principal del cerebro se realiza a través de una punción de la arteria femoral a nivel de la ingle y con un catéter (fino conducto opaco a los rayos x) se accede a la arteria carótida interna extracerebral a nivel del cuello. Luego, con una guía metálica se transpone la obstrucción, se dilata la obstrucción con balón y luego se coloca un stent (malla metálica) en el lugar de la obstrucción, devolviendo el diámetro y el flujo normal de la arteria.
El paciente intervenido en Fusavim era especialmente complejo para su tratamiento pues presentaba dos obstrucciones severas de la arteria carótida interna, que es la que lleva sangre a la mitad del cerebro. La primera en su recorrido extracraneano a nivel del cuello y la segunda en la misma arteria en su recorrido por los huesos del cráneo, sitio inaccesible para la cirugía. Estos procedimientos de alta complejidad se realizan con materiales especialmente diseñados para uso en la circulación cerebral y están disponibles en nuestro país desde hace unos pocos años.
Se realizó la angioplastia con colocación de stent en ambas obstrucciones de modo sucesivo y en el mismo procedimiento.
Este tipo de obstrucciones se tratan solamente si están provocando síntomas neurológicos o, como era el caso de este paciente, quien además debe ser sometido a cirugía de remplazo valvular aórtico (cirugía de corazón), la cual no podría haberse realizado sin abrir previamente las obstrucciones por el altísimo riesgo de sufrir daño cerebral irreversible durante la cirugía. El procedimiento fue llevado a cabo en forma exitosa por el neurointervencionista Iván Aznar y el cardiólogo intervencionista Claudio Gerbaudo, a la vez jefe del servicio de Hemodinamia y encargado de la coordinación de dichos procedimientos.
El servicio de Hemodinamia cuenta en su equipo con el mencionado doctor Aznar, quien realiza diferentes procedimientos de alta complejidad, tales como embolizaciones de aneurismas cerebrales, malformaciones arterio-venosas y tratamiento con angioplastia de obstrucciones carótidas.
Todos estos procedimientos se realizan con la colaboración de la licenciada Paula Cajeao, el enfermero profesional Leonardo Cerri y la secretaria Marisa Carrillo.
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