Tras su asunción como obispo de Villa María, la máxima autoridad eclesiástica local, Samuel Jofré, ya se encuentra abocado a la tarea de designar a los hombres que lo rodearán durante el ciclo en que se mantenga al frente de la Diócesis de Villa María.
En virtud de su labor y atendiendo que el importante espacio a cubrir estaba vacante (el presbítero Sergio Rubiolo ejercía la función) Jofré nombró al padre Sergio Peralta como nuevo vicario general, por un período de tres años.
Según informaron desde el Obispado, Peralta asumió días atrás en la celebración de la santa misa junto a los sacerdotes de la Diócesis que tuvo lugar en la capilla de la “Casa de la Familia de Nazareth”.
En ese espacio de encuentro, el novel vicario hizo la debida profesión de fe y el juramento de fidelidad.
Cabe consignar que en la actualidad el padre Sergio Peralta es párroco de la parroquia “San Ignacio de Loyola” en la ciudad de Villa Nueva, conocida como la “iglesia del padre Hugo”.
Además es asesor diocesano del Movimiento “Círculos de Juventud” y del Movimiento Familiar Cristiano.
Por otra parte es uno de los tres capellanes de la Policía de la Provincia de Córdoba y profesor en el Instituto del Rosario.
Colaborador directo del obispo
En diálogo con EL DIARIO referentes del Obispado destacaron las funciones que tendrá que desarrollar el padre Peralta en su nuevo cargo.
“Como vicario del obispo colabora en la atención pastoral de todo el pueblo de Dios”, indicaron las fuentes consultadas por este matutino.
“El vicario general en cada diócesis ayuda al obispo en el gobierno de toda la Diócesis”, sostuvieron los consultados que también señalaron que “cada obispo además le encarga tareas particulares según la región”.
En el caso de la Diócesis local, el vicario general “está siempre a cargo cada vez que esté ausente el obispo y muchas veces los curas y demás fieles recurren a él para obtener algún permiso, autorización o licencia”.
En algunas negociaciones suele representar también al obispo, pero como somos una Diócesis no muy grande, para las cuestiones mayores siempre está el obispo.
En la curia suele atender a muchas personas que buscan una respuesta o solución de parte del obispo y el vicario puede muchas veces darlas en nombre de aquél.
“Es una tarea de colaboración en todo lo que se refiere a la tarea de conducir la Diócesis”, puntualizaron las voces a las que acudió este medio.
“Aunque nunca lo puede ayudar en lo que sea dictar normas o juzgar asuntos, en todo esto último sólo podría ser un consejero, sin embargo, hay otros organismos que ayudan en cuanto a eso”, resaltaron.
Para concluir, se hizo referencia a que “las demás tareas de la curia se mantienen. Como siempre, hasta que haga falta”.