Roque Saenz Peña
Desde muy joven abraza la carrera política, aunque, una desilusión amorosa lo lleva a incursionar en la guerra, sin embargo ha pasado a la historia por dictarse durante su Presidencia, la Ley del Voto Secreto, Universal y Obligatorio (1912), ley que abre el camino a la democracia.
Nace en Buenos Aires el 19 de marzo de 1851, sus padres: Luis Sáenz Peña y Cipriana Lahítte.
El colegio Nacional lo tiene entre sus alumnos más destacados, luego ingresa a la Facultad de Derecho y en 1875 obtiene el título de abogado. Al año siguiente ya es diputado de la Legislatura porteña por el Partido Autonomista Nacional.
Todo parece indicar que su vida corre por carriles seguros, sin embargo un acontecimiento totalmente ajeno a él, lo lleva a alistarse como voluntario del ejército peruano durante la guerra del Pacífico (Chile vs. Bolivia y Perú -1879)
¡Día de dolor,
aquel en que vuela para
siempre
el ángel del primer amor!
Rubén Darío
Ese hecho está relacionado directamente con su padre Luis ¿por qué? Porque Roque está totalmente enamorado de una jovencita cuyo nombre no ha trascendido, pero…he aquí, que la niña es, nada más y nada menos, que hija extramatrimonial de don Luis.
La confesión del padre, la desilusión del hijo, un amor muy fuerte y un Roque que busca el olvido en la guerra. Prisionero en Chile durante seis meses, regresa a Buenos Aires en 1880, aparentemente ha curado las heridas del alma, cargos importantes en los gobiernos siguientes, viaje a Europa y nuevamente el amor llama a su puerta…
Rosa Isadora González
Nace en Mendoza el 1 de septiembre de 1858, Rosa es melliza con Josefina y si bien tienen dos hermanos más, parece que las mellizas constituían algo especial en la familia.
La vida pública de su padre, prestigioso abogado, la lleva a diferentes lugares, en Londres logra dominar el inglés tan bien como el español, en Nápoles da rienda suelta a su pasión por la música y el canto junto a prestigiosos maestros.
Pronto Rosa logra destacarse en la alta sociedad londinense, parisina y posteriormente en los círculos porteños.
Roque y Rosa comienzan una nueva vida
Ella llega a Buenos Aires cuando ya conoce las mieles del éxito, una depurada educación la coloca en lo más alto de la sociedad, Roque ha curado sus heridas o por lo menos está dispuesto a olvidar, noviazgo y casamiento el día 4 de febrero de 1887.
Rosa ha unido su destino a un hombre público, de ahí, que al igual que con su padre, su vida se desarrolla en distintos lugares, en Uruguay nace su hija Rosa, tiempo después nace un hijo, Luis, que fallece con sólo cinco meses de vida.
La vida política de Roque sigue su cauce, en 1888 junto a Quintana y Quirno Costa representa a Argentina en el Congreso sudamericano de derecho internacional privado reunido en Montevideo, un año después forma parte de la delegación argentina que asiste a la Conferencia Panamericana reunida en Washington. Allí declaran que no existen naciones grandes y pequeñas, que todas son igualmente dignas de consideración y respeto y al lema “América para los americanos” le oponen “América para la humanidad”.
Una vida dedicada a la política y siempre con Rosa, su apoyo incondicional.
Nuevamente el padre…
En 1892 deben realizarse elecciones presidenciales, la recién surgida Unión Cívica queda sin posibilidades cuando Roca, conocido como el zorro, firma un acuerdo con Mitre.
Sin embargo el Partido Autonomista Nacional (PAN), debe alejar otro obstáculo en su carrera a la Presidencia y ese obstáculo es, nada más y nada menos, que Roque Sáenz Peña ¿por qué? Porque del PAN se ha desprendido el partido modernista, partido que pretende políticas acordes con los cambios sociales operados en Argentina y Roque Sáenz Peña es el candidato a la Presidencia.
Julio Argentino Roca agudiza sus sentidos y ofrece la Presidencia a Luis Sáenz Peña.
Roque renuncia a la candidatura, no quiere enfrentarse a su padre “lamento que circunstancias ajenas a mi voluntad, pero no extrañas a mi corazón me impidan aceptar el alto honor que se me ha discernido”.
Una decisión paterna, ahora dentro de la política cambia su destino. Roque se aleja momentáneamente de los círculos políticos. La administración de una estancia lleva a la familia a Entre Ríos.
Dos años después ya está nuevamente en Buenos Aires y fiel a sus creencias trabajando en la política, ya que su padre, Luis, sin apoyo del partido autonomista, sin apoyo del reciente partido radical que utiliza la abstención y la revolución para llegar a la ampliación democrática, ha renunciado a la Presidencia de la República, en su lugar está el vicepresidente Uriburu, hombre de Roca, y, oh casualidad en 1898, Julio Argentino Roca ocupa nuevamente la Presidencia.
Recién en 1810 Roque alcanza el título de presidente de la Nación, el día de su asunción al cargo es un día de completa felicidad para la familia Peña, ya que también contrae matrimonio su hija Rosita con el abogado Carlos Saavedra Lamas.
Todo hace suponer que llegaron días de paz, pero…siempre hay un pero… Roque comienza a tener trastornos neurológicos, en 1913 pide licencia y el 9 de agosto de 1914 fallece.
El olvido
Rosa tuvo la particularidad de haber tenido un suegro y un marido presidentes de la Nación, un yerno que en 1936 se convierte en premio Nobel por su desempeño en la firma del Tratado de Paz del Chaco que da fin a la guerra entre Bolivia y Paraguay.
Pero Rosa fue mucho más, fue la compañera inseparable de Roque, sabía perfectamente cómo realzar una ceremonia oficial y cómo desaparecer cuando la situación lo requería, además le cupo una relevante actuación en distintas instituciones de beneficencia, sin embargo su muerte acaecida el 17 de enero de 1848 pasa prácticamente desapercibida.
Un recordatorio de su hija, yerno y nieta, solamente un recordatorio en un diario conocido y el olvido de toda una sociedad.
...
Lo esencial de la vida
fenecida
_la trémula esperanza,
el milagro implacable
del dolor y el asombro
del goce_
Siempre perdurará.
…
Jorge Luis Borges
María Elena Caillet Bois
Especial
