El 12 de Octubre, Día de la Diversidad Cultural. Así figura en nuestro calendario, sinceramente siento que no tenemos nada que conmemorar, por más que cambiemos de rótulo el hecho es el mismo, el naciente capitalismo de Europa occidental comenzaba a fines del Siglo XV su expansión territorial, a partir de ese momento América se vería envuelta en una masacre sin precedentes.
Hoy, pleno año 2013, los pueblos originarios se encuentran luchando por sus derechos, después de haber sido conquistados una y otra vez.
Un poco tarde se acordaron las Naciones Unidas de ellos, exactamente el 13 de septiembre de 2007, sí, 2007, ese día la Asamblea General de las Naciones Unidas por 144 votos a favor, 4 en contra y 11 abstenciones reconoció sus derechos. Por su parte la Organización Internacional del Trabajo -OIT- en 1989 lo hizo a través del convenio 169.
Sin embargo, hoy como ayer los aborígenes siguen siendo el fuselaje a través del cual las grandes empresas realizan emprendimientos faraónicos. En Matto Grosso, Brasil, se está construyendo la represa hidroeléctrica de Belo Monte sin tener en cuenta las protestas y las más de 600 mil firmas recogidas. La pena de muerte ya fue dada a la gente de la gran curva del río Xingú, en su mayoría pertenecientes a pueblos originarios o de escasos recursos.
En Ecuador se actuó muy diferente, pero los resultados parecen ser iguales, ¿por qué diferente? Ecuador tiene en el Parque Yasuny una reserva millonaria en petróleo, en 2007 el presidente Rafael Correa intentó poner en marcha un nuevo paradigma, pidió al capitalismo internacional que pagara una contribución, mucho menor de lo que obtendría explotando la reserva, por el servicio ambiental de la Amazonia para el mundo. Sólo pudo reunir el 0,37% de lo previsto.
El capitalismo exacerbado no acepta ninguna medida que implique cierta solidaridad ecológica.
Acto seguido el presidente Correa anunció que tendrá que explotar el uno por mil de las reservas a los fines de conciliar justicia ambiental con justicia social.
En Argentina, como en muchos países latinoamericanos, la mayor parte de los pueblos aborígenes carecen de todo título legal sobre sus tierras, en 2006 por Ley N° 26.610 se ordenó un relevamiento técnico, jurídico, catastral, a los fines de darles el ansiado título, el relevamiento está en marcha pero avanza lentamente, sin embargo se ha conseguido evitar desalojos hasta 2017. Como dicen con orgullo los pueblos indígenas: "Indio sin tierra no es indio". El territorio para ellos no es simplemente un territorio de explotación económica, es la casa de los ancestros, el lugar de la Pachamama y tiene un profundo significado cultural y sagrado.
Bolivia representa en el mundo un ejemplo airoso, desde 2006 camina hacia una mayor igualdad, con una población indígena superior al 70%, tiene un presidente indígena: Evo Morales.
Esto prueba que hay una población despierta dispuesta a defender sus derechos, como dice el filósofo italiano Giácomo Mamarao, América Latina es hoy escenario de movimientos apasionantes, ya que las organizaciones populares, que están llenas de vida, intentan sentar las bases de una democracia con sentido. Por eso, en esta época de cambios profundos que ha llegado con el Siglo XXI, las palabras del jefe indio resuenan con gran fuerza: la tierra no es hermana del hombre blanco, sino su enemiga. Cuando la ha conquistado sigue su camino. Pero todas las cosas están conectadas. Lo que acontece a la tierra, acontece a los hijos de la tierra.
María Elena Caillet Bois