Es la campaña. Esa parece ser la palabra “maldita” que incrementa las fricciones de un lado y de otro en el peronismo provincial.
El jefe de Gabinete, Oscar González, no quiso hacer “comentarios” políticos, ya que aseguró que su misión en Villa María estaba relacionada con la gestión y la marcha de la obra del nuevo hospital.
Sin embargo, tiró una respuesta ante la consulta sobre los vínculos con el intendente Eduardo Accastello, comprometido hoy con el Frente para la Victoria.
“Acabamos de estar juntos, tenemos buenas relaciones”, afirmó el principal colaborador del Gobierno de José Manuel de la Sota.
Sobre la “pelea” que se presenta en el escenario de los últimos tiempos, González afirmó que son cosas de la campaña y que “no hay que dramatizar”.
Efectivamente, González y Accastello estuvieron juntos mientras el sol calentaba la siesta villamariense.
El intendente, enterado de la presencia de la comitiva provincial, se llegó hasta la obra ubicada en ruta 9, camino a Córdoba, y dialogó con los visitantes sobre la posible fecha de inauguración.
Al decir de los testigos, la charla “fue cordial”. No obstante, el jefe de Gabinete del municipio salió a pegarle a los ministros (ver recuadro) minutos después de que abandonarán la pista del Aeropuerto.
“Un hospital impresionante”
En el marco de la rueda de prensa, el director de Riva SA, Alberto Surace, precisó que el edificio que se está construyendo ocupa una superficie de 24 mil metros cuadrados. “Va a ser un edificio para 900 empleados”, señaló.
El complejo está en la categoría de “inteligentes” y permite ahorrar costos. “La ciudad es una privilegiada, el hospital va a ser impresionante, es similar al que estamos construyendo para una ciudad de un millón de habitantes”.
En este momento, encuentran 250 personas trabajando (la mitad mano de obra local) bajo la supervisión del jefe de obra Horacio Fernández.
Surace explicó, además, que tras la finalización de la obra se preparará a gente para su mantenimiento.
s “No estamos
corriendo carrera”
González no le dio plafón a la injerencia que podría tener en la campaña electoral la demora en la inauguración de la obra.
“No estamos corriendo carrera con nadie. Nos hubiera gustado que la empresa no tenga dificultades, pero la gente de Villa María no tiene dudas de que se está trabajando en el hospital”.