Con el comparendo de uno de los dos testigos que estaban citados para declarar, se concretó ayer la quinta audiencia del juicio oral y privado que se le sigue a Gabriel Horacio Franco (39), el trabajador municipal villamariense que está acusado de haber abusado sexualmente de dos hijas y una hermana de su esposa.
Un par de horas antes, en otra dependencia del quinto piso de Tribunales, Franco fue sometido a la primera de las tres sesiones de la pericia psicológica dispuesta por el camarista René Gandarillas, a pedido de la Defensa.
Así lo confirmó a EL DIARIO el abogado Eduardo Luis Rodríguez, uno de los codefensores del acusado (el otro es el letrado Rodrigo Hayas), quien señaló que a la espera de los resultados de dicha pericia, el tribunal dispuso un cuarto intermedio hasta el jueves 24.
“Entre las 9 y las 11, nuestro defendido participó de la primera sesión de la pericia psicológica, y las dos restantes se llevarán a cabo los días 18 y 22”, precisó Rodríguez, y agregó que de la misma tomaron parte las licenciadas Adriana Madrid, perito oficial del Poder Judicial, y Marcela Montironi (de Córdoba), que interviene como perito de control, designada por la Defensa.
Posteriormente, entre las 11.30 y las 12.15 se reanudó el debate en la sala de la Cámara del Crimen, donde declaró un expatrón de Franco, y sobre el final se incorporaron nuevas pruebas a requerimiento de las partes.
Rodríguez señaló que el único testigo que compareció en la víspera es Pablo Albano, quien fuera empleador de Franco en una empresa de seguridad de esta ciudad. El otro testigo que estaba citado es Jorge Blanco, dueño de una de las casas donde habría ocurrido uno de los abusos denunciados, pero no se hizo presente.
Según explicó el letrado, Albano contó que su cliente “era un buen empleado” y se refirió a los horarios de trabajo que cumplía en la firma mientras se desempeñó (entre las 20 y las 8 de la mañana), durante el transcurso del año 2007.
“Las presuntas víctimas relataron que habían sido abusadas en el trabajo de Franco, pero el testigo dijo que eso era muy difícil que haya ocurrido, porque hubiese quedado registrado en las cámaras de seguridad”, sostuvo Rodríguez, y añadió que el propio Albano “hacía rondas de supervisión dos veces por día”.
Tras el comparendo del único testigo, tanto la Defensa como el fiscal de Cámara, Francisco Márquez, incorporaron nuevas pruebas: un informe de las visitas que recibió Franco en la cárcel, una fotografía de la familia y se solicitó que se oficie a la ANSES para corroborar todos los trabajos que el acusado dijo haber tenido.
Finalmente, el juez Gandarillas dispuso un intermedio hasta el jueves de la próxima semana, ya que recién el miércoles 23 se conocerá el resultado de la pericia psicológica que iniciaron en la víspera las licenciadas Madrid y Montironi.
Cabe recordar que Gabriel Franco se encuentra detenido desde diciembre de 2011, imputado como presunto autor de “corrupción de menores agravada y continuada”, “abuso sexual gravemente ultrajante”, “abuso sexual con acceso carnal” y “tentativa de abuso sexual con acceso carnal” en perjuicio de dos hijas y una hermana de su esposa, en hechos que se habrían producido entre 1996 y 2009, cuando las supuestas víctimas tenían entre 5 y 18 años de edad.