El 15 de noviembre de 2011 Lucía Díaz inició el oficio de ser mamá, pero por partida triple. Por aquellos días, contábamos en EL DIARIO la particular historia de ese nacimiento múltiple, sin antecedentes familiares y sin tratamiento de fertilidad.
Ella contaba, casi como en broma, que el padre de sus hijos hablaba de tener una nena. “Cuando Emi (Emiliano López) dice que le gustaría tener una nena, yo me río y pienso: ¿y si vuelven a ser trillizos?”.
Y casi como preanunciándolo, nació la niña. En marzo de este año, se sumó a la familia Ana, la hermanita que seguramente será cuidada (y custodiada) por los “Tres Mosqueteros” León, Pedro y Martín.
Hoy, Emiliano y Lucía, con el apoyo de la familia, son los felices padres de estos cuatro niños sonrientes. Pero... ¿Cómo se las arreglan?
Ambos trabajan y procuran crecer en sus profesiones en medio de mamaderas y pañales.
“Nosotros nos reímos muchos porque en realidad nos arreglamos como podemos. Mi casa es un lío, a los chicos los bañás 30 veces y parece que siempre están sucios, pero trato de disfrutar igual”, dijo Lucía, quien por estas horas está estrenando la bicicleta (con asiento para Ana incluida) que le regalaron para el Día de la Madre.
“En esto tenés que aprender a bailar, bailando. Todos los días es un aprendizaje porque nadie sabe bien qué decirte sobre cómo se crían trillizos”, dijo.
Hoy, los varones tienen casi 2 años y Ana, apenas 7 meses.
“Con ella salimos, la llevo a mi trabajo, es como más fácil porque es una sola. Pero para salir todos, hay que poner en marcha una logística tremenda. Parece que vivimos permanentes déjà vu, porque te preparás y le ponés las zapatillas a Pedro, después a Martín y cuando terminás con León, Pedro ya se las sacó y empezamos de nuevo. Hoy pusimos las zapatillas en una bolsa y salimos con los chicos en pata”, relató.
“Hay momentos que quiero ser madre ejemplar, pero es imposible. Leo todo sobre educación, como ´El método de crianza con apego y otros artículos sobre chicos, pero en la práctica, todo se complica”.
Con pocas horas de sueño y un lavarropa funcionando casi todo el tiempo (siete veces por día) Lucía trata de encontrar el disfrute en la tarea de la maternidad. “Me doy cuenta de que la madre no puede faltar. No sé, no podría tener un trabajo en el que no esté en mi casa por varios meses. Al padre si falta, se lo extraña, lo necesitamos, pero no es lo mismo si falta la madre”, reflexionó.
Encuentra ayuda en su compañero, en su propia mamá “a la que ahora entiendo más que antes”, en su hermano “y en un montón de amigos que nos dan una mano”, además de la niñera con la que comparten las tareas del cuidado de los cuatro bebés.
Con sus jóvenes 28 años, esta profesional de la comunicación (entre otras actividades, integra el equipo de La Posta Digital, de Villa Nueva) sigue trabajando “porque lo último que quisiera es que los chicos me vean frustrada” y encuentra los momentos para hacer las actividades que le gustan.
“Para mí, el desafío más grande en la vida es el de ser madre. Llevar una vida en la panza y aprender después a soltarlo cuando son grandes no es tarea fácil”, concluyó Lucía, una madre múltiple, a quien desde EL DIARIO elegimos para homenajear a todas las madres en su día.