Dos jóvenes de Bell Ville, acompañados por su padre, denunciaron a policías de la Provincia de Córdoba por apremios ilegales, difundieron distintos medios periodísticos de la vecina ciudad.
Los denunciantes, Juan Manuel Commeres y su hermano Juan Ignacio, de 18 y 20 años de edad, respectivamente, radicaron la denuncia en compañía de Guillermo Commeres, padre de ambos, y del abogado patrocinante Darío Baggini.
El hecho
El menor de los presuntamente damnificados reconoció que, a la salida de un baile y bajo los efectos del alcohol, rompió una botella contra el concreto de la calle, tras lo cual huyó del lugar acompañado por su hermano y otros amigos.
Sin embargo, tras una corta persecución, los jóvenes fueron interceptados a pocas cuadras del boliche bailable en el Club River, lugar donde, según lo expuesto en la denuncia, “fuimos brutalmente golpeados” dentro de un patrullero.
“Me golpearon a mí, a mi hermano y también a un amigo que intentó filmar con su teléfono”, refirió Juan Manuel Commeres, quien agregó, en referencia al amigo, que “ lo golpearon igual pese a que estaba con problemas físicos y con recientes intervenciones quirúrgicas producto de un accidente y le rompieron el celular que usaba para la filmación, elemento que luego desapareció del lugar”.
En tanto, “a mi hermano, de una trompada, le perforaron el tímpano, según lo certificó un profesional médico”, añadió Juan Manuel.
Indignado
Por su parte, el padre de los damnificados señaló que el arresto se registró pasadas las 5 de la madrugada, por lo que “estuvieron seis horas detenidos sin que nadie supiera nada de ellos, salvo los policías”.
“Cuando me dirigí a la Comisaría me dijeron que la situación se había agravado porque mi hijo le había pegado a un policía causándole lesiones, declaración que no fue cierta pues mi hijo sólo puso la mano para defenderse”, añadió indignado el padre, para agregar: “Estoy de acuerdo que si cometieron una contravención los hagan pasar la noche en la Comisaría, pero no pegarles de esa forma”.
Mientras tanto, el abogado Baggini, integrante del estudio jurídico que ha revelado la sucesión de reiterados abusos policiales, presentó en la sede judicial una denuncia por supuestas “lesiones graves” y “abuso de autoridad” en contra de estos jóvenes, al tiempo que exigió que se investigue lo ocurrido hasta las últimas consecuencias y se proceda a identificar a los efectivos que tomaron parte de los lamentables hechos sucedidos.
El testigo
Por su parte, el joven Luciano Luna, fue testigo de la golpiza y, en diálogo con Informabellville, relató que “salimos caminando e íbamos por la calle Mitre. Ellos (los hermanos) se adelantaron porque tengo una pierna más corta que la otra, ya que a causa de un accidente de moto tengo clavos, (y cuando) miro hacia adelante veo cómo corren a los hermanos Commeres”.
“Primero agarraron a Juan Manuel, pero no tuve tiempo de filmar; luego, cuando le estaban dando una golpiza a Juan Ignacio, comencé a filmar”, refirió Luna, quien agregó: “Les dije que le dejaran de pegar porque los estaba filmando”.
Fue entonces que vino un policía “de atrás, me pegó en la mano y me tiró al piso. Fue ahí que rompió mi celular y me dieron un par de patadas en el piso y después me metieron en el CAP” (en referencia al móvil).
Añadió que “cuando les pido el teléfono me siguieron golpeando, hasta que terminamos todos presos. Cuando estaban trasladándonos uno de los hermanos Commeres le dijo “cómo nos van a llevar si nunca hicimos nada. Fue ahí que empezaron a darle una golpiza desaforada”.
“Desde la vereda hasta que llegamos a la Comisaría nos siguieron pegando. Pedimos llamar por teléfono a nuestra familia y no nos dejaron. Dijeron que ellos iban a llamar. Llegué a casa a las 13. Mi mamá estaba desesperada. Me pintaron los dedos. Ahora fui a la Fiscalía con mi abogado, el doctor Edgar Bichsel por demorarme sin causa, golpearme y pintarme los dedos. Ahora me cuesta caminar”, precisó Luna.
Más denuncias
A este caso se añadió otro violento episodio del que fueron víctimas un policía que presta funciones en Marcos Juárez y su padre, quienes denunciaron haber sido agredidos por parte de efectivos de Bell Ville por no llevar casco al momento de circular en moto.
“Si bien es una infracción, una multa era suficiente”. Lo agarraron del cuello y le pegaron tres “puñetes” en la espalda. “El agente Mauricio Quiroga, fue el autor de este ilícito”, argumentó el damnificado. Al solicitarle le soltara un poco las esposas pues le dolía, Quiroga le dijo que “por cada botón que me falte recibirás un tiro, poniéndome el arma en la cabeza”.
Fue esposado y al ser abordada el uniformado por su padre, también sufrió una terrible golpiza. En un momento dado, le pegaron con unas esposas en la boca y le aflojaron un diente. “La ligué de arriba y el comisario inspector López, jefe de la División Investigaciones, fue uno de ellos.