“No hicieron nada”, soltó Emanuel Barbosa a la pasada, mientras dejaba la cancha con la calentura de la derrota reciente. El análisis sobre la victoria de Alianza por 1 a 0 sobre Alumni, concreto y espontáneo, no está demasiado lejos de la realidad. Es cierto que el local hizo muy poco y que con eso le alcanzó para quedarse con los tres puntos, pero sólo porque el Fortinero hizo mucho menos o, prácticamente, nada.
Para peor y paradójicamente, cuando la expulsión del central Bernardo Gagnolo a los 21 minutos de la segunda empujó a Julio Toresani a animarse a intentar robar algo de protagonismo, mandando a la cancha a otro delantero -Jensen- para acompañar al solitario Rami, Alianza respondió inmediatamente con un golpe que sería definitivo. Gol y repliego para cuidar el resultado.
La apuesta ofensiva durante los 90 minutos evidenció que a Alumni no le sobraron ideas y eso le facilitó las cosas a la defensa de Alianza. Las únicas apuestas fueron los pelotazos, que casi siempre partían desde mitad de cancha, para Cristian Rami que, cuando no podía pararla, buscaba peinarla para las posiciones que a sus espaldas ocupaban Santiago Aloi y Luciano Antonino primero, después Leandro Barbosa cuando ingresó a remplazarlo.
Esta monotonía sólo logró desgastar físicamente a Rami y provocó que Aloi se cargara la responsabilidad de desequilibrar con velocidad y gambetas, mientras que los volantes centrales sólo se ocuparon de la recuperación y mantener el equilibrio defensivo, enclavados delante de la línea defensiva y sin aportar en ataque.
Alianza tuvo más la pelota y desequilibró cuando Lucio Constantini y Felipe Mugniaini se encontraron en el frente de ataque. Así llegó con peligro en tres ocasiones claras durante los primeros 45 minutos. Una, al minuto y medio de juego, en la que Scalzo salvó la temprana caída tras taparle excelentemente un mano a mano a Reynoso. En las otras, con remates que por propia ineficacia de los delanteros locales no terminaron adentro.
Lo único que Alumni produjo en ataque fue sobre el final de la primera parte, cuando Lautaro Toresani recuperó una pelota en la salida del rival y sacó un remate lejano que Sebastián Airaudo sacó exigido.
En el segundo tiempo el retroceso en el campo de juego de los dirigidos por Toresani fue notable, pero Alianza no encontró los espacios para crear peligro en una defensa compacta. Minutos después de que Gognolo viera la roja por una fuerte falta sobre Sebastián Godoy y el técnico de Alumni mandara a la cancha a Alejandro Jensen, Federico Tommasini fabricó una jugada sobre la línea de fondo y metió un centro atrás que Lucio Constantini transformó en gol. Iba media hora de la segunda parte y Alianza conseguía lo que Alumni ni siquiera había buscado.
El local se replegó, dejó un solo punta y le cedió la responsabilidad a los villamarienses de esbozar una reacción. El ingreso del juvenil Emanuel Prato para dejar tres puntas netos junto a un creador como Aloi no fueron suficientes para torcer la historia. Alianza tuvo su premio por ir a buscarlo con más hombres y determinación, frente a un Alumni que en 90 minutos sólo pateó una vez al arco y jugó más de 20 con un hombre más.