Después del mal momento vivido empiezo con esto que quiero que lean atentamente.
A los dueños de Quinoto Club de Villa Nueva: la noche del sábado, junto a un amigo y compañero, fuimos impedidos de entrar a Quinoto por un patovica, un tal "Berni", quien "argumentó" que sólo clientes podían ingresar esa noche.
Me gustaría que él, o algún dueño del lugar, me notificaran cuáles son los benditos requisitos para el estatus de "cliente del lugar", porque ya hace más de un año que vengo pagando entradas y consumiendo en el lugar, o en todo caso, que me explicaran la verdadera razón por la cual no me dejaron ingresar.
Jamás hice lío, jamás tuve problemas con nadie, soy de perfil bajo y esa siempre fue mi conducta desde que tengo uso de razón, en todo ámbito. En la universidad, en la militancia y en Quinoto no ha habido excepción, los que me conocen lo saben.
No me molesta tanto el hecho de que no me hayan dejado entrar, como sí lo hace el hecho de arruinarme a mí y a mis amigos la noche tras decirme: "No sé si vas a poder entrar, esperá acá al costado", para después de media hora de espera (como un tonto) a la intemperie, sin razón alguna, el bueno de "Berni" me dijera que no iba a poder entrar.
Concluyendo, según los criterios del "macanudo Berni", al parecer es más fácil ser Papa de la Iglesia Católica que ser "cliente de Quinoto".
Honestamente pienso que no fue esa la razón, sino que ¡discriminaron! No voy a dar detalles, pero ustedes saben por qué. Si no, demuéstrenme lo contrario y explíquenme cuál es el bautismo o rito satánico masónico al que tengo que asistir para ser "cliente de Quinoto".
Quédense tranquilos, que no les piso más su boliche. Sepan que la calentura se me pasó, pero no me olvido ni me voy a olvidar. Cuando pueda me voy a buscar revancha.
Atentamente, un ahora consciente asumido "no cliente suyo".
Saludos a "Berni"...
Ernesto Bertoglio
DNI 36.793.900