Agradecimiento de paciente oncológica
No quería dejar pasar este momento para comentarles que Villa María cuenta con uno de los institutos más importantes como es el Centro Privado de Oncología y Radioterapia (Cepror)
Por esas cosas de la vida, en 2005 padecí un problema oncológico y como paciente particular fui asistida por uno de los dos institutos más importantes y de mayor tecnología de la ciudad de Córdoba; en ese momento, al no contar con obra social y ser muy costoso el tratamiento, lo pagamos por adelantado logrando un descuento importante. Con el correr de los días, los médicos vieron mi avance con la radioterapia y deciden suspender dicho tratamiento, quedando en la administración parte del dinero donde al solicitar un reintegro se me explica que no existía esa posibilidad y que quedaba con sesiones pagas en caso de reincidencia. Recuerdo que con mucha puntualidad, todos los días antes que yo, ingresaba un paciente de Villa María. Gracias a Dios hoy tuve la oportunidad de ver las dos caras de la moneda. Mi hermano Daniel con sus 57 años y metástasis ósea, como paliativo su médico de cabecera Dr. Juan E. Díaz, de Morrison, solicita radioterapia, viendo sus condiciones de salud y su obra social PAMI decide que dicho tratamiento se practique en el lugar más cercano, ya que su cápita estaba en un importante centro de radioterapia en Córdoba. Telefónicamente por primera vez en Cepror me atiende Luis, que chequea, y por el número de afiliado, me informa que no podía realizarse el tratamiento allí. Cortésmente agenda mis datos, acotando que a la mañana siguiente, la señora Zaira me hablaría telefónicamente. Es así como ella me comunica que hacía poco tiempo que trabajaban con PAMI que mi hermano estaba capitado en Córdoba y por ética no podían asistirlo ya que él pertenecía a otro centro, entendí todo, pero seguía planteándome cómo haría para trasladar a mi hermano (paciente terminal, hoy ya no está a nuestro lado)
Planteando esta misma necesidad en PAMI Bell Ville, allí la servicial doctora Rita Chiappero junto al jefe de agencia Bell Ville, Hugo Mora, y su incondicional personal como Nora Fareleira y Mirta Carlés, pusieron en la balanza la ética profesional y el padecimiento de alguien que en un mayor o menor tiempo se presumía un desenlace. Así que gracias a Dios rápidamente comienza su tratamiento en Cepror. Necesito destacar la calidad y calidez humana del personal. A ese lugar todos llegamos con preocupación, dolor, angustia, tristeza, pero encontramos gran contención emocional. Imposible definir con palabras tanto amor recibido, Luis que desde lejos corría a nuestro encuentro con la silla de ruedas, Débora con su radiante sonrisa y pacífica mirada, Zaira atenta a cualquier demanda, transmitiendo paz interior y dando fuerzas a quien se le acercaba, Vanessa observando nuestras necesidades y ofreciéndonos su corazón; la Lic. Giovanna Cannavese brindando su profesionalismo con tanto amor y dedicación, Lucas, silencioso y tranquilo, César, divirtiendo a los pacientes y sus acompañantes; el Dr. Alejandro Karavokiris que atendió cada una de nuestras inquietudes y dudas y la dulce y cariñosa Gaby.
Rosita Gottardi - DNI 12.993.089