Barajar y dar de nuevo suele ser la conclusión a la que se llega en situaciones límites, cuando ya no hay remedio para solucionar alguna situación. Otro eufemismo suele ser: “No llorar sobre la leche derramada”, pero sea una u otra la vía lingüística a la que se apele, siempre se llegará a la necesaria aceptación de que arribó la hora de hacer un balance exhaustivo y analizar las causas de los quebrantos que no permiten disfrutar de las bonanzas del éxito. Con valentía, con la necesaria humildad de aceptar los errores y la necesaria cuota de autocrítica que nos permita revertir la situación.
Todo esto podría compararse con que en todos -o casi todos- los deportes, a alguno le toca irse al descenso. Lo malo no sería tanto ello, sino el no tener la entereza de volver. Para eso, es necesario buscar los caminos y utilizar los métodos idóneos y adecuados. En ellos va el factor humano, técnico, de infraestructura y la capacidad de hacer los cambios que sean necesarios. Sin dramatizar, claro, pero sin aferrarse a un salvavidas de plomo como suele ser el no afrontar con decisión esas variantes.
Marearse con los éxitos circunstanciales y creer que somos los mejores del mundo, suele tener un alto costo que, tarde o temprano, habrá que pagar.
En muy poco tiempo, apenas 40 y pico de días, el Villa María Golf Club sufrió dos reveses consecutivos que obligan a repensar estrategias, métodos, circunstancias y cuanto factor sea necesario para emprender el camino de regreso que brinde mejores perspectivas y satisfacciones.
A la pérdida de su militancia en la Primera categoría provincial para descender a la segunda en el Interclubes jugado en Las Delicias, el pasado fin de semana le sumó un nuevo golpe, perdiendo su lugar en la tercera categoría Nacional Interclubes para caerse a la cuarta división en el certamen, jugado en la cancha bonaerense de San Isidro donde terminó en el último lugar.
Nuestros jugadores son muy buenos y talentosos. Los nombres de Federico Montagner, Ignacio Espina, Manuel Benito, Valentín Baricco, Miguel Zandrino y Mariano Bertón lo certifican. Lo demuestran casi siempre. Nadie duda de la capacidad de Gustavo Escalarea en la instrucción, ni la seriedad dirigencial de sus alternativos capitanes como Sergio Montagner y Carlos Bertón, pero eso solo no alcanza. Más que buscar culpables, tal vez sea acertado aceptar que es el resultado y la herencia de un proceso poco feliz de los últimos tiempos. Habrá que sumar sabiduría para replantearse la cosa y sentarse a la mesa de juego para -con capacidad, paciencia y visión de futuro- barajar y dar de nuevo.
Gran Premio
Uno de los torneos más esperados de cada temporada, por ser de los que mejores premios instituye a los respectivos ganadores, tendrá lugar este este sábado en la cancha villanovense del Villa María Golf Club. Será el medal play patrocinado por Veneranda Automotores, concesionario Ford y VW que otorgará un carrito de 3 ruedas a los primeros de cada categoría y otras valiosas recompensas y premios especiales.
Se calcula que la cifra de 120 inscriptos del torneo Camozzi - Scauso Hermanos del pasado sábado será superada esta vez, habida cuenta de la expectativa despertada en toda Córdoba y provincias vecinas y la cantidad de anotados a 48 horas de su disputa.
Bell Ville
El torneo individual por golpes por el premio “Rey de Cepas” arrojó estas posiciones el último fin de semana: ganó en 0 a 9 de hándicap Patricio Beyrne con 67, seguido de Hernán Corti con 70, Pablo Conte y Eric Monetto con 74.
La de 10 a 16 fue ganada por Alejandro Marffort Martrinazzi con 67, seguido por Gerardo Visca, con 71.
En 17 a 24 ganó Felipe Scazzola con 69 escoltado por Martín Presutti con 71.
Finalmente, en 25 a 36 triunfó Santiago Anconetani con 64. Luego, Felipe Benavides con 77 y Hugo Alvarez con 79.
También se jugará este sábado un certamen individual por golpes con premios de la comisión directiva.