Una dramática definición tuvo ayer el juicio que se le seguía a Gabriel Horacio Franco, quien fue condenado a 14 años de prisión efectiva luego de ser declarado autor responsable de todos los delitos sexuales que se le atribuían.
Apenas concluyó la lectura de la sentencia, los familiares más cercanos del trabajador municipal villamariense expresaron a viva voz su total disconformidad con el veredicto y, entre lágrimas, gritos desesperados e insultos, protagonizaron una serie de incidentes verbales, aunque sin agresiones físicas.
La dura pena aplicada por el camarista René Gandarillas desencadenó la airada protesta de los hermanos, la esposa, las hijas y otros allegados a Franco, quienes por varios minutos cuestionaron el fallo por considerar que se estaba castigando a un inocente.
Así, tanto en la sala de audiencias de la Cámara del Crimen como en los pasillos del quinto piso de Tribunales y finalmente en la vereda y en la calle, los familiares se mostraron muy angustiados y contrariados por el resultado del juicio.
Bautista Franco, padre del condenado, fue uno de los pocos que le puso cordura y serenidad a la situación y, con la ayuda de otra persona de su entorno, logró apaciguar los ánimos, aunque luego de casi media hora de exaltada protesta.
Muchos policías
Una marcada presencia policial, con casi 20 efectivos (hombres y mujeres) apostados en las escalinatas del Palacio de Justicia, impidió que los acontecimientos pasaran a mayores. Lo mismo sucedió en el recinto donde se llevó a cabo el juicio, ya que el personal de la Unidad Departamental supo manejar con tino y profesionalismo la explosiva reacción de los manifestantes.
De todos modos, hay que señalar que no se produjeron agresiones físicas ni daños de ningún tipo. Sí hubo insultos para los funcionarios judiciales, pero la “bronca” no pasó de ahí.
Ocurre que todos los familiares sostienen que Franco es inocente y que fue víctima de una serie de mentiras urdidas por las tres jóvenes que, hace casi dos años, lo acusaron de haber abusado sexualmente de ellas a lo largo de 13 años.
Se trata de las hijas y una hermana de la esposa del condenado, quien al declarar en el juicio desmintió a las tres denunciantes.
Asimismo, los hermanos de Franco aseguran que la pericia psicológica oficial determinó que no miente ni fabula.
Por su parte, los abogados defensores Eduardo Luis Rodríguez y Rodrigo Hayas anticiparon que una vez que se conozcan los fundamentos del veredicto, el próximo 13 de noviembre, interpondrán un recurso de casación para que el Tribunal Superior de Justicia revea la sentencia.
“Si es necesario, vamos a ir hasta la Corte Suprema de Justicia de la Nación”, les dijo Hayas a los familiares de su cliente, mientras Rodríguez trataba de aplacar los ánimos señalando que no pueden hacer nada hasta que se conozcan los fundamentos sobre los cuales se basó el juez Gandarillas para dictar un fallo condenatorio.
Graves delitos
Gabriel Franco fue declarado ayer autor penalmente responsable de todos los delitos que se le atribuían: “corrupción de menores agravada y continuada”, “abuso sexual gravemente ultrajante”, “abuso sexual con acceso carnal” y “tentativa de abuso sexual con acceso carnal”; por hechos que se produjeron entre 1996 y 2009, cuando las víctimas tenían entre 5 y 18 años de edad.
En la requisitoria de elevación a juicio, el fiscal que instruyó la causa, Félix Martínez, sostuvo que las víctimas fueron abusadas “en un número indeterminado de veces, valiéndose de la relación de convivencia con las denunciantes, cuando todavía eran menores de edad”.
De acuerdo con la acusación inicial, confirmada en la víspera con la sentencia condenatoria, los abusos sexuales se produjeron bajo amenazas de que si no hacían “lo que él quería, las iba a matar a ellas y a su madre”, o que “no las iba a dejar salir ni ir al colegio”.
Al declarar en el comienzo del juicio, las dos hermanas ratificaron todo lo que habían expresado cuando formularon la grave denuncia. Pero la madre de ambas, casada legalmente con Franco, refutó a sus hijas, diciendo que las dos habían mentido.
Si la condena impuesta queda firme (algo que no ocurrirá, porque la Defensa adelantó que apelará el fallo), Gabriel Franco deberá estar en la cárcel hasta por lo menos abril de 2021, ya que deberá completar nueve años y cuatro meses para poder alcanzar los dos tercios de la pena aplicada.
Recién entonces estará en condiciones legales de solicitar la “libertad condicional”, aunque ello no implica que dicho beneficio se le conceda sin más trámite. Por el contrario, la Justicia de Ejecución Penal suele ser muy estricta con las personas condenadas por delitos contra la integridad sexual al momento de analizar los pedidos excarcelatorios.
De todos modos, es muy prematuro hablar de condicional cuando ni siquiera está firme la sentencia aplicada.
LAS FOTOS:
1- Cuando escuchó la sentencia, Gabriel Franco quedó sin reacción. Los incidentes que se registraron en la sala obligaron al personal del Servicio Penitenciario a retirarlo rápidamente del lugar para evitar problemas
2- Las hijas de Franco lloraron desconsoladamente cuando se conoció la dura condena. Hubo gritos, insultos y forcejeos
3- Algunos policías debieron intervenir directamente para contener a los exaltados familiares de Franco. Se vivieron momentos de mucha tensión en los pasillos del quinto piso de Tribunales
4- Ni bien se conoció el fallo condenatorio, los familiares de Franco explotaron con gritos e insultos de desaprobación. Pese a todo, no hubo agresiones físicas
5- Bautista Franco, padre de Gabriel, fue uno de los pocos que le puso cordura a la exaltada protesta de sus familiares. Aquí, conversando con los abogados
6- Una veintena de policías se apostaron en las escalinatas del Palacio de Justicia para prevenir daños u otros desmanes
7- La esposa de Franco, madre y hermana de las denunciantes, sufrió una descompostura en la vereda de Tribunales y debió ser asistida por personal médico de los Bomberos Voluntarios