Las redes sociales asomaron desde hace tiempo como una forma de expresión fundamental para aquellos que no suelen tener voz. Una opción de comunicación que sirvió en los últimos días para que los hinchas de Alumni tomaran posición tras la polémica salida de Julio César Toresani.

Para sorpresa de algunos y respaldo para otros, la mayoría bregó por el arribo de Marcelo Santoni, nada menos que uno de los futbolistas más carismáticos y talentosos que dio el club villamariense en su historia. 

Uno a uno, los simpatizantes se expresaron y el “Chelo” fue ganando adeptos que no sólo recordaron su paso por el club, sino también respaldaron su gestión como DT luego del título local conseguido por Rivadavia de Arroyo Cabral, donde supo conformar un grupo con carácter de ganador.

El clamor popular finalmente no influyó para la decisión dirigencial. Alumni le confirmó el cargo a Héctor Machado, a quien luego también ratificó.

Una vez tomada la decisión, por respeto al DT que estaba en duda, EL DIARIO entrevistó ayer a Santoni, quien dijo estar “muy agradecido de la gente”, se molestó porque no se lo tiene en cuenta y, al mismo tiempo, se mostró “contento” por la confirmación de Machado.

 

-¿Viste cómo te pidió la gente para ser DT de Alumni?

-Sí. Ante todo, quiero decir que yo nunca me postulé para ser técnico de Alumni. Cuando Toresani no andaba bien, muchos hinchas me pedían por Facebook y les estoy agradecido. Yo tengo trabajo en Rivadavia y por eso nunca me postulé. Siempre dije que dirigir a Alumni es un sueño por todo lo que hice como jugador. Ahora tiene un entrenador que es de Villa María. Están “Pelusa” (Machado) y Ariel Palacios y eso me pone contento porque siempre lucho para que sea un técnico de acá el que dirija en el Argentino B, más allá si ellos son los indicados porque eso lo dirán los dirigentes y los resultados. Yo les deseo lo mejor a ellos porque son buena gente. Con Ariel Palacios jugamos juntos, así que ojalá les salgan bien las cosas.

Yo tengo trabajo y creo que me fue muy bien. A los que me piden para Alumni, les estaré eternamente agradecido. Sé que, al no tener hoy la oportunidad, estarán contentos los contras que siempre tengo.

 

-¿Te sorprendió que te pidieran los hinchas o creés que es consecuencia de lo que hiciste en Rivadavia?

-Creo que como entrenador llevo poco rodaje y me fue bien. En el fútbol no hay proyectos, no hay nada. En el fútbol tenés que ganar porque si no, te pasa lo que le pasó a Toresani, a quien fueron a buscar para un proyecto y a los cinco partidos se tuvo que ir. En el fútbol no existen los proyectos cuando no ganás. A mí gracias a Dios me ha ido muy bien, he ganado títulos. Lo de Rivadavia me dio un impulso muy importante por lo que significó también ganarle una final a un grande como Alem. Por eso no sé si me sorprende; creo que el hincha que me vio jugar, sabe que di todo por esa camiseta y creo que es un reconocimiento a ello. La verdad que es la primera vez que me piden tanto y me puso muy contento, con ganas de seguir trabajando y seguir mejorando. Lo de Alumni es una asignatura pendiente que tengo como entrenador. Cuando arranqué en 2007, EL DIARIO también me preguntó si mi objetivo era dirigir a Alumni; en ese momento estaba Arzubialde y yo dije también que tenía a un entrenador muy bueno, que lo había ascendido. Hoy, después de seis años, que algunos hinchas me pidan quiere decir que he mejorado en seis años. Uno siempre tiene que seguir mejorando y ganando cosas, que es importante en el fútbol.

 

-¿En qué pensás que has mejorado como técnico?

-A eso lo tienen que decir los jugadores. En lo personal creo que al principio protestaba mucho con los árbitros, me expulsaban seguido. Y ahora en Rivadavia, en un año y pico que estoy, sólo me echaron dos veces. Por eso hasta los árbitros me dicen “estás mejor, Marcelo”; eso es importante. En lo demás, uno siempre quiere mejorar en el trato con los jugadores. Es difícil estar en la cabeza de veintipico de jugadores, entonces tenés que ver cuándo están bien o cuándo están mal. Hay un montón de cosas para ver.

 

-“Pelusa” dice que es un loco del fútbol, que a él no le iba a sorprender nada del Argentino B, a pesar de no haber dirigido en Primera. ¿Vos también sos de interiorizarte en esos aspectos?

-Sí, uno ve fútbol todos los días y se fija en un montón de cosas. Pero cuando agarrás un equipo, lo importante es saber los jugadores que tenés. Si son buenos y trabajás bien, seguro que te irá bien. Después, creo que todos los que estamos adentro del fútbol somos locos por esto. Vemos muchos partidos y cada uno saca lo mejor para utilizar en el trabajo.

 

-Sorpresivamente, que un equipo como tu Rivadavia lleve tres fechas sin ganar, causa una incógnita…

-Sí, estamos cuartos. Todavía llevamos tres puntos de diferencia y lo importante es volver a tener el juego que teníamos en el Apertura. Creo que somos el mismo equipo y vamos a estar entre los ocho mejores. Estamos entrenando muy bien, esperando volver a ganar el próximo partido para lograr un poco más de aire.

 

-¿Tiene que ver con un relajamiento?

-No, hay un montón de factores; expulsiones, lesiones… Cuando perdés, la mayoría le echa la culpa a la mala suerte. Y el lunes les dije a los jugadores que lo nuestro no fue mala suerte. Pasaron algunas cosas y ellos saben bien. Cuando hacés todo bien, tenés buenos jugadores, estás mentalizado, no te hacés expulsar, trabajás y no faltás nunca al entrenamiento, es difícil que te vaya mal. Yo lo hablé clarito en el vestuario el lunes, tuvimos una buena charla y los chicos lo entendieron.

 

-Estas cuestiones del amateurismo son las que no se padecen en un torneo nacional…

-Porque acá tenés jugadores que trabajan. Por ejemplo, Samuel Garis trabaja 12 horas parado y después va a entrenar, entonces vos tenés que regular porque si se lo exige, se desgarra todo. Pero gracias a Dios, entreno cuatro días a la semana y aspiro a acomodar este barco. Es todo de la cabeza y creo que los jugadores lo entendieron muy bien.

 

A esperar

 

Designar a Santoni como técnico es, quizás, una patriada política que pocos dirigentes se quieren dar en Alumni.

De jugador, al diez se le exigía más por sus cualidades técnicas. Y ahora que viste el buzo de DT, parece destinado a seguir rindiendo examen. 

 

-¿Hasta cuándo se puede esperar para que te den una chance en Alumni? Aunque Juniors, donde ascendiste como capitán a la B Nacional, también te podría haber llamado…

-Ja, pero en Juniors está el “Rulo” González también, a quien conozco por haberlo enfrentado y con quien tengo una buena relación.

Acá no sé, te digo la verdad. Nunca le hice mal a Alumni, al contrario. Vos sabés bien que en 2001 Alumni estaba entregado, no había nadie y, sin embargo, este loco armó el equipo del Interligas con la mano de algunos dirigentes. Lo llamamos a Pisaroni, armamos un equipazo, salimos campeones. Ahora parece que Alumni se acostumbró a perder. Hace años que no pasaba esto. Desde el primer año del Argentino A hasta ahora, no gana dos partidos seguidos. Por algo debe ser. No soy yo quien para decir por qué, pero si en cinco años peleás cuatro descensos, te fuiste al descenso y seguís perdiendo, hay que ver que se hacen mal las cosas.

Cada uno creo que tiene el remedio. Yo creo que tengo el remedio para ganar, pero lamentablemente no me quieren, ningún dirigente apuesta por mí. Siempre cuando voy a un equipo creo tener la receta, que es una sola: tenés que ganar. Lo demás es un verso.

Lamentablemente le pasó a Toresani, que trabajó dos meses y medio de pretemporada, trajo casi todos jugadores pedidos por él… Y al final, cuando no ganaste, la gente empieza a insultar, el periodismo también te apura… El fútbol es resultado.

A mí me ha ido muy bien en el fútbol, a pesar de que como jugador regalé mucho, no hice caso, no escuché. Y así y todo me hice un nombre, jugué en clubes importantes. Después el tiempo, la edad y la experiencia te dicen un montón de cosas.

 

-¿Creés que no te llamaron esta temporada porque te fuiste mal cuando eras ayudante de campo de Gustavo Miranda?

-Lo que pasa es que yo digo las cosas de frente, no por atrás como hace la mayoría hoy en el fútbol. Yo digo lo que siento, lo que pienso y a veces uno tiene que callarse. Cuando siento que hay una injusticia, no la quiero dejar pasar. Prefiero quedarme sin trabajo antes de estar en un lugar donde no te sentís útil o te hacen un montón de cosas para que te enojes. En ese momento me enojé con Gustavo y estuvimos un tiempo sin hablarnos después de haber compartido tantas cosas como compañero. Pero por ahí él piensa de una manera y yo pienso de otra. Yo no digo que tenga la verdad, aunque en ese momento, el pensamiento de él no era el mío. Igual a Gustavo le agradezco mucho porque, después de casi diez años, fue el único que por lo menos me dijo “vení conmigo a Alumni”, aún sabiendo que para los dirigentes era una piedra en el camino.

 

-¿Fuiste a la cancha a ver el equipo del Argentino B?

-No. Conozco a los jugadores porque los enfrenté con Rivadavia. Pero el viernes que perdió acá podría haber ido y no fui porque siempre hay alguno que habla cosas que no son. Por ejemplo, un pobre muchacho escribió en Facebook que yo aparezco para figurar cuando a Alumni le va mal. Un pobre muchacho que no sabe lo que yo hice por esta camiseta. Por estas cosas no voy a la cancha. Me puso contento que lo hayan elegido a “Pelusa”; ahora hay que desearle lo mejor.

 

-Jugaste con “Pelé” Sánchez, el vicepresidente. ¿Quizás te debés una charla con él?

-Quizás tenga una deuda pendiente con él. Hasta que estuve en el Alumnito tuve una muy buena relación con el “Negro”; hemos compartido equipo cuando salimos campeones en el 91. Me pone contento que sea dirigente porque ha sido jugador y ha pasado cosas que le pasó a la mayoría cuando no pagan. Ahora está en otro rol y lamentablemente no sé qué habrá pasado, pero no me saludó más como me venía saludando. Me lo crucé en la cancha en el clásico contra Alem y le comenté a mi señora que no entendía el mal saludo porque nunca le hice nada. A lo mejor le molestó cuando una vez le dije la verdad a Barbisán.

 

-¿Qué le dijiste?

-Me pareció una falta de respeto cuando fue a ver Rivadavia-Ticino, la semifinal, y dijo que vio fulbito, menospreciando la liga cuando él está conduciendo a un club que no gana un partido ni por casualidad. En ese momento lo dije al aire y se lo diría a él y a quien sea. Tal vez a “Pelé” le molestó eso de su compañero, pero yo soy así; más cuando me atacan el equipo.

 

-Cuando la gente te empezó a pedir acá, ¿qué te dijeron en Rivadavia?

-No, con René Bossio tengo una gran relación. Siempre me dice “cómo puede ser que no te lleven, que no te llamen”. Yo le estoy muy agradecido a la gente de Rivadavia. Trataremos llegar de nuevo a la final con los jugadores. Cuando llegué al club dije que lo hacía para quedar en la historia y, para ello, tenía que dejar una estrellita. Ya lo hice, pero soy un tipo muy agradecido a quien siempre me da una mano. He trabajado con honestidad, todos los días, y creo que sigo cumpliendo.