"Básicamente, esta lluvia cambió el ánimo de los productores y de los comerciantes", dijo Sergio Dequino, titular del INTA Villa María.
Según los registros que lleva el organismo público, el jueves, último día de octubre, la ciudad fue regada con 99 milímetros de lluvia, lo que les permitió cerrar el mes con 115 milímetros, cantidad cercana al promedio histórico.
"Si bien llegó tarde, permite recuperar un poco los perfiles de humedad del suelo en una época en que se empieza a movilizar mucho la actividad agrícola", puntualizó.
A la hora de hablar específicamente de los efectos de las últimas lluvias en los cultivos, Dequino explicó que el trigo se puede ver beneficiado en algunas zonas del departamento donde había llovido algo anteriormente. "Donde no había llovido antes, es demasiado tarde. No va a cambiar el rendimiento", admitió. Estima que de las 70 mil hectáreas sembradas con el cereal en el Departamento San Martín, las que están ubicadas al sur pueden estar mejor posicionadas a la hora de hablar de perfiles de humedad y en consecuencia, rendimientos.
En maíces, informó que viene retrasada la siembra de primera, precisamente por la falta de agua y que ésta última lluvia va a apurar la siembra de maíces para silo.
Para la soja, estima que van a darse buenas condiciones para la siembra prevista a fines de noviembre o principios de diciembre.
"Creo que la lluvia va a permitir que el productor empiece a barbechar los lotes, para preparar todo para la siembra. Por eso, entiendo que lo importante es que cambió el ánimo, la gente está contenta", concluyó.