Un puente derrumbado, un remisero desaparecido y más de un centenar de evacuados fue el resultado del fuerte temporal de viento, lluvia y granizo que, desde la noche del jueves, afecta a distintas localidades cordobesas.
La localidad de Jesús María, en el norte provincial, con precipitaciones de entre 70 y 180 milímetros, fue una de las más perjudicadas ya que la crecida y la fuerte correntada del río Guanusacate derribó el puente Centenario, que la comunica con la población de Sinsacate.
Alrededor de la 5.30 de la madrugada de ayer, el remisero Arturo Marturano, de 60 años, no advirtió que el puente se había derrumbado, por lo que cayó al río con su automóvil y fue arrastrado cerca de dos kilómetros por la fuerte correntada.
El vehículo fue encontrado al mediodía, pero hasta anoche se desconocía el paradero del remisero, quien era buscado intensamente por grupos de rescatistas de Bomberos y de la Policía siguiendo el cauce del río.
La fuerte precipitación también arrastró al río a un patrullero policial con sus dos ocupantes, quienes -sin embargo- lograron saltar a tiempo del vehículo y ahora están internados en buen estado de salud, precisó una fuente del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Jesús María.
Las clases en esa localidad y sus alrededores fueron suspendidas a modo preventivo, a raíz de los anegamientos y las restricciones en los servicios.
“Estamos asistiendo a los damnificados y en estado de alerta por la crecida del río”, manifestó el intendente de Jesús María, Gabriel Frizza, quien añadió: “Hay problemas de servicios en varios barrios”.
Por otra parte, la Municipalidad de la ciudad de Córdoba también sufrió las consecuencias del fuerte temporal, razón por la cual el intendente Ramón Mestre declaró la “emergencia ambiental” por los anegamientos y cortes de servicios.
Esta declaración implica poner en alerta a todas las reparticiones con disposición de recursos para ser utilizados ante un eventual agravamiento de la situación, cuyas tareas serán coordinadas por Defensa Civil, Policía y Bomberos.
El titular de Defensa Civil de capital provincial, Hugo Garrido, manifestó que ayer por la tarde había alrededor de 60 evacuados, pero que la situación estaba “controlada”, mientras con los organismos de servicios trabajaban para restablecer los servicios básicos como agua y electricidad.
El gobernador José Manuel de la Sota recorrió la zona de Jesús María junto a funcionarios del Gobierno provincial para relevar la situación y coordinar las asistencias a los damnificados.
El ministro de Desarrollo Social cordobés, Daniel Passerini, preciso que las localidades más afectadas fueron la capital provincial, Jesús María, Juárez Celman y Río Ceballos.
De acuerdo a los datos oficiales, en la ciudad de Córdoba la lluvia caída fue de 70 milímetros, mientras que el máximo se registró en Ascochinga, con 180 milímetros.
En contaste, el fuerte temporal trajo alegría para algunas localidades de las Sierras Chicas debido a que se pudieron recuperar los ríos que estaban secos.
El alerta meteorológico cesó en horas de la tarde de ayer, al igual que las tormentas en gran parte de la provincia, por lo que la situación tendía a normalizarse.
Ayuda nacional
En tanto, el jefe de Gabinete de la Nación, Juan Manuel Abal Medina, se comunicó ayer con los intendentes de Córdoba y de Jesús María para interiorizarse de la situación de ambas localidades y puso a disposición de los mandatarios toda la ayuda y colaboración del Gobierno nacional para “poder actuar en la emergencia provocada por las lluvias y llegar de la forma más rápida y efectiva a solucionar las necesidades de los vecinos”.
Abal Medina destacó la “importancia que el Gobierno de la Nación le da al vínculo y el trabajo en conjunto con los municipios de todo el país”, y sostuvo que “independientemente de los colores partidarios o de las diferencias políticas que podamos tener, lo importante es trabajar juntos y en forma articulada para mejorar la vida de todos los argentinos”.