Graciela y Rubén Marinari residen en barrio Las Quintas desde hace muchos años y aseguraron ayer que recién a fines de 2012 conocieron que el sector había dejado de ser una zona rural para formar parte del ejido urbano de Villa Nueva.
“Jamás recibimos cedulones de pago ni tampoco notificaciones sobre lo que debíamos”, afirmaron los frentistas al ser entrevistados por EL DIARIO en nuestra Redacción.
Estas declaraciones se dan en el contexto de la polémica que se suscitó luego de que Luis Vesce, también residente de Las Quintas, develara que él y cerca de una decena de vecinos habían conocido que poseen deudas abultadas con la Municipalidad en concepto de tributos. Vesce denunció que además de que desconocían que era una zona urbana, los servicios son nulos o deficientes, por lo que el alto monto de la deuda es improcedente.
Luego el Gobierno admitió públicamente que los vecinos tienen razón en sus apreciaciones y ahora se aguarda que el Concejo Deliberante trate el tema.
Afectados
Los Marinari residen sobre la calle Alfredo Palacios y dijeron ayer que “siempre pensamos que vivíamos en una zona rural, al menos en esta arteria”. “Ignorábamos la deuda y al no tener gran cantidad de servicios estábamos seguros que no era un ámbito urbano. El regador pasaba muy aisladamente; ahora con el revuelo público que se dio lo hace un poco más. Nosotros creíamos que quienes están en la vereda de enfrente sí eran parte de la zona urbana y que por eso existía el riego, ya que el camión no iba a regar sólo la mitad de la calle”, expresó Rubén.
Especificaron que el sector dejó de ser rural en 2007 pero que supieron de esto en el último cuatrimestre del año pasado. “Conocimos así que la deuda es de 7 mil pesos por año, una locura”, indicaron.
Remarcaron “el peregrinaje” por el municipio al conocer la novedad y la falta de respuestas. “Cinco meses atrás nos atendió el intendente Guillermo Cavagnero y debemos decir que lo hizo muy gentilmente. Mandó a llamar a la contadora, revisaron las cuentas y el intendente dijo que no podía ser, que nos quedáramos tranquilos que nos iban a solucionar este tema”, recordó Marinari.
“Nos preguntaron si había posibilidad de abonar 2013 para dejar asentado que se está pagando y entonces lo abonamos, son 800 pesos por este año cuando antes eran 7 mil por año”, agregó.
Sin embargo, luego “nunca más nos llamaron”.
Los entrevistados advirtieron que esta demora en la respuesta oficial le provocó un perjuicio económico ya que no pudieron vender terrenos aledaños, ante la deuda municipal.