El médico Gustavo Alcalá llegó ayer a Villa María en el marco del Simposio de Cardiología que se desarrolló en la tarde-noche de la víspera.
Durante la mañana, en el despacho de la médica Mildren del Sueldo, titular de Salud de la comuna, fue entrevistado por EL DIARIO sobre colesterol y dejó numerosas advertencias:
-“El indicador número uno de cuánto colesterol voy a tener en la sangre es lo que como. El segundo es cuánto ejercicio hago y luego hay algunos no modificables como los genes, la edad u otras enfermedades”.
-“Lo primero que se desconoce es que el riesgo de padecer un infarto, en un 50%, uno lo está decidiendo todos los días. Sólo el 20% tiene que ver con los genes, el 10% con el sistema de salud y el 20% con el ambiente donde trabaja o vive.
Tenemos entonces en las manos la mayor parte de la posibilidad de salvarnos. Se tiene más la sensación de que depende de la suerte y del estrés. Además hay mucha confianza en el sistema de salud, porque se cree que cuando duela el pecho uno correrá a hacerse atender y lo van a salvar, pero eso es mentira”.
-“El 50% de las personas que mueren por infarto lo hacen súbitamente. La mitad, no ha tenido un síntoma. El primer síntoma, en el 25% de los que se mueren, es la muerte súbita... ése es el primer síntoma.
El que tiene asma o artritis puede esperar los síntomas, pero el que quiere evitar un infarto tiene que ir actuando aunque se sienta perfectamente bien”.
-“Podemos hacer que los hospitales tengan muchas más complejidad, más aparatología, más pisos pero no vamos a prevenir la muerte súbita que ocurre en un sofá, en la calle, o en la casa. El que tiene un aviso, no tiene mucho tiempo”.
-“Esto es individual e impredecible. Todo mayor de 20 años debe saber qué colesterol tiene. El que vende seguro de vida es lo primero que pregunta. Te preguntan si fumas, cuánto pesás, si tus padres han tenido problemas cardiovasculares. Y vive de eso. La cardiología predictiva evolucionó mucho y no la aprovechamos”.
-“Hay personas de 50 años con arterias de 80, gente de 50 años con arterias de 35, depende cómo las trató.
Hay una herramienta nueva que es la edad vascular y se puede calcular o estimar la edad de mis arterias coronarias y cerebrales, para ver si coinciden con mi número de documento.
Se pueden hacer correcciones, en casos más severos con medicación, en casos leves con cambios en el estilo de vida. Para eso, hay que dejar de ser un desnutrido de fruta y dejar de ser víctimas de las gaseosas, que están produciendo muchos infartos de miocardio.
El organismo, cuando tomo líquido, cree que tomo agua. No tiene la capacidad para detectar las calorías que vienen en el líquido”.
-“Hay un montón de enemigos que generan colesterol y no lo tenemos identificado. Una de las causas es la azúcar, no sólo la grasa”.
-“Uno de cada tres argentinos tiene colesterol alto y se mueren 100 mil por año por infartos cardíacos cerebrales.”
-“El ejercicio físico es una espada de dos filos, no en todos es lo más apropiado. Si la persona tiene más de 50 años, para hacer una actividad distinta de una caminata debe hacerse un chequeo, porque puede ser peligroso.
Una caminata sí es buena para todos, pero si cuando camino me duele el pecho y cuando paro se me pasa, hay que ir al médico”.
-“Se victimiza o se culpa a quien no puede cambiar, creyendo que eligen un estilo de vida de comida chatarra, de obesidad o de tabaquismo. En realidad, si le mejoramos la forma en que viven, empiezan a elegir otra cosa. El que se infarta no tiene la culpa, es una víctima. El obeso no tiene la culpa, el sedentario muchas veces tampoco. El cambio debemos hacerlo entre todos y dejar esa visión egoísta e individual”.
-“Hay muchos avances en la comprensión del proceso de la enfermedad cardiovascular pero no le llegan a la gente. Los médicos se reúnen en un hotel cinco estrellas a analizar los avances que se han descubierto y a la gente le resulta extraño como lo que pasó en el planeta Marte. Hay que dejar de acumular información y empezar a ofrecérsela a la gente”.
-“La ciudadanía tiene 350 publicidades por día y su salud no es prioridad. Es víctima de un terrorismo informativo. También debe darse una autocrítica del sistema de salud, que está preocupado solamente en enfermedades rentables, y no en informarle a la gente cómo prevenirlas. Los medios masivos en otros países cuando hay elecciones dedican un día a preguntar a los candidatos qué harán en salud, pero acá se le pregunta sobre las acciones en economía”.
-“Somos víctimas de enfermedades ocultas. Tenemos miedo a enfermedades infecciosas, pero no le tenemos miedo a enfermedades que nos están matando. Las bacterias y los virus son pobres enemigos, no son la causa número uno de mortalidad. La esterosclorosis es la número uno. La gente sí le tiene miedo al ACV y al infarto, pero no hace nada”.
-“No hay recomendaciones universales, por eso se aprovechan de nosotros y hay intereses en los que venden enfermedad. La recomendación es: coma la mitad, camine el doble y ríase el triple”.