En la jornada de ayer se realizó una capacitación sobre seguridad e inserción social y promoción de actividades para adultos mayores en la Medioteca Municipal Mariano Moreno.
La propuesta, organizada por ANSES, fue dirigida a los distintos centros de jubilados y pensionados que se dieron cita en el auditorio.
En la ocasión, las delegadas técnicas provenientes de la Administración Nacional de Seguridad Social, Cristina Bajos y Alicia Vázquez, expusieron algunas de las acciones desarrolladas por el organismo estatal y posteriormente charlaron con la prensa sobre los "mitos" generados en torno a las políticas públicas en la materia.
Primero graficaron un panorama adverso que encontraba al país al principio de la década pasada, luego de una fase neoliberal de la economía, con una crisis de mercado laboral y donde los empresarios se daban el lujo de llevarse las ganancias hacia el exterior y no eran responsables frente a los aportes, las obras sociales o la salud de sus trabajadores.
Luego comenzaron a poner en valor algunos de sus líneas de acción y aclarar ciertos "prejuicios". "Se debe precisar que la Asignación Universal no es un plan, sino un derecho para sus hijos. La Asignación es el equivalente al salario familiar, que sólo se cobra cuando la persona está desempleada o es un personal doméstico".
Consultadas sobre aquellos que critican o denostan dicha medida, las funcionarias señalaron que "algunos plantean que la asignación promueve la vagancia o se deja de trabajar. Por un lado, es cierto que las mamás prefieren quedarse en su casa a cuidar de sus hijos y garantizar su escolaridad (que es obligatoria). Hasta se podría decir que iría en contra de la emancipación laboral de las mujeres. Pero lo que hay que preguntarse es si esa mujer dejó un trabajo digno o indigno o mal pago, como suele suceder".
También agregaron que "en muchos casos, hay vacíos en la información. Porque muchas mujeres pensaban que si les hacía un reconocimiento laboral, perdían la posibilidad de cobrar la asignación y no es verdad. La misma tiene un techo que es mínimo, vital y móvil, superando ese techo no se cobra. Por ejemplo, las empleadas domésticas que están registradas tienen igual derecho a cobrar la asignación".
“No podés pedir el 82% y volver a privatizar”
Por otra parte, las responsables de la capacitación hablaron del "mito de que aquellos que se jubilaron con moratoria no pagaron nada". "Cabe aclarar que a la deuda que contrajeron los empleadores que nunca hicieron aportes, la van a saldar ellos en cuotas".
Interrogadas sobre la factibilidad de aplicar el reclamado 82% del salario mínimo, vital y móvil en los haberes jubilatorios, puntualizaron que "en estos momentos no sería posible". "Vale decir que ANSES paga sus prestaciones con aportes e impuestos; además tiene otro fondo como el de Garantía y Sustentabilidad (FGS), que es de reaseguro. Los que reclaman el 82% piden que se utilice ese fondo y en cinco o diez años, ese fondo desaparece. Actualmente, el FGS pasó a triplicarse porque además se utiliza en proyectos productivos que generan trabajo, aportes y consumo. Esto implica una forma de ver la economía en forma redistributiva. Se trata de una responsabilidad política y hay que hacerse cargo: no se puede hablar del 82% y pedir a su vez la privatización de los fondos jubilatorios".