Al igual que otras tantas ciudades de sus dimensiones e importancia histórica, Córdoba acoge en los subsuelos tesoros que los siglos se empeñaron en esconder. Da fe de ello la Cripta Jesuítica del Noviciado Viejo. Una reliquia ubicada en el sótano de la esquina de Colón y Rivera Indarte, que desde sus silencios cuenta cosas sobre la línea de vida de la capital provincial, tan relacionada ella con los designios de la Compañía de Jesús. Redescubierto accidentalmente hace poco más de 24 años atrás, este rincón del centro encierra mucho de mística y una historia bastante particular.
Corría el año 1989 cuando obreros que realizaban el tendido subterráneo de líneas telefónicas se toparon con la sorpresa. El suelo escondía gruesos muros, salones añejos, polvo de mucho tiempo atrás. Había que ponerse a desandar los anales de la ciudad para poder comprender de que se trataba el asunto.
Así llegamos hasta principios del Siglo XVIII. El Noviciado Jesuítico, fundado casi 100 años antes, necesitaba agrandarse y los hermanos Ignacio y Francisco Mujica entregaban su propia casa para poder convertir el proyecto en realidad. El plan original también incluía una iglesia dedicada a San Ignacio de Loyola, por lo que se empezó a construir el sótano de la misma (hoy denominado cripta). Pero las órdenes enviadas desde la Santa Sede aniquilaron la idea. El sueño del templo quedó para después y bajo la tierra quedaron los cimientos, en forma de oratorio para los religiosos.
Luego de la expulsión de los jesuitas del continente (1767), el Noviciado pasó a manos de los Padres Betlemitas, quienes más tarde venderían la propiedad. Alrededor de 1820, una epidemia invadió Córdoba y muchas fueron las bajas. El oratorio pasó a ser una especie de depósito de cadáveres o, como es definida oficialmente, “una cripta de enterramiento” (allí radica la denominación actual del espacio). Tras ello, el lugar quedó sepultado durante décadas. En 1928, durante los trabajos de ensanchamiento de avenida Colón, aparecieron entre el cemento las bóvedas de la cripta, pero poca importancia se le dio al suceso.
Actualmente, el visitante y sus sensaciones son bienvenidos a recorrer el complejo, que está compuesto por tres naves (recordar que nació como base de una iglesia), donde sobresalen los anchos, fornidos y rústicos muros de piedra. Material que fue traído desde la profundidad de las sierras, indios mediante. Destacan también las hornacinas, que estaban destinadas para el rezo y la invocación, el llamado Muro de las Lágrimas (una pared húmeda que pareciera llorar, cortesía de las napas del Río Suquía) y cantidad de objetos religiosos.
Especial por donde se la mire, la Cripta es hoy un área destinada a muestras de pintura y escultura, representaciones teatrales, conferencias, conciertos musicales y otras expresiones artísticas y culturales. Su principal quehacer, no obstante, sigue siendo tratar de despertar el interés del ciudadano común por el pasado de Córdoba.
DONDE
Córdoba capital
CUANDO
Lunes a viernes de
10 a 16 horas
CUANTO
Entrada general $2
COMOInformes al (0351) 4341228