El viernes último expiró el plazo para que los interesados en ser socios de la institución de la calle Salta pudieran inscribirse.
El interventor designado por Inspecciones Jurídicas, Enrique Gómez, dialogó con EL DIARIO dando a conocer que “tal como constató la escribana Alcira Spila, se registraron 197 socios en ese período”.
Al ser consultado sobre los pasos que siguen, Gómez señaló que enviará una notificación a los 18 socios anteriores (eran la totalidad que tenía el club) para consultar si siguen quieren seguir siendo parte de la institución o no.
“Una vez que completemos ese trámite, vamos a llamar a una asamblea con todos los asociados, para dar a conocer el panorama patrimonial y social de la entidad”, dijo.
Luego de esa asamblea inicial, se convocará a una segunda para oficializar listas de candidatos interesados en conducir el club y finalmente, realizarán un tercer encuentro para elegir a las nuevas autoridades.
“Esperamos que se pueda hacer todo el proceso en 20 días, a los efectos de que antes de fin de año esté normalizado el club”, auguró Gómez.
Cabe señalar que la entidad cuenta con un amplio salón ubicado en la calle Salta 1555, en el que, como actividad principal, se realizan bailes para abuelos o personas mayores de 45 años.
“Es importante que la comisión que asuma pueda tener una propuesta para ofrecer servicios a los socios. Yo no estoy en contra de los bailes, pero además de eso tiene que haber servicios educativos, culturales, deportivos; que son la razón de ser de cualquier institución de esta naturaleza”, puntualizó.
“En definitiva, creo que hay que refundar el club, para que esté al servicio de todos los socios”, agregó.
Situación patrimonial
En lo que hace a la situación patrimonial del Club de Abuelos Estrada, el interventor explicó que existen Balances de la entidad hasta mayo de 2013, elaborados por el contador Esteban Beltrami.
“El problema de esos Balances no es que estén bien o mal, el problema es que no fueron aprobados por la Asamblea; porque de hecho, la institución funcionaba con la dirección de tres socios que manejaban todo, sin órganos de fiscalización y sin asambleas”, dijo.
Sumado a las complicaciones propias de la institución, se generó un problema extra cuando el interventor anterior, José Redondo, quien asumió en mayo, no pudo realizar gestión alguna por problemas de salud.
“Desde la enfermedad del anterior interventor y hasta que me nombraron a mí, se realizaron siete bailes, los que no fueron rendidos. Obviamente que exigiré la rendición de esas actividades a la comisión que estuvo al frente en esos días”, puntualizó.
Cabe señalar que estimativamente, el costo de la entrada por baile es de $35 a $40 y asistían a cada uno, alrededor de 250 personas, a lo que hay que sumar los ingresos económicos por el bufé.
De pasar esta instancia institucional dentro de los plazos previstos por el interventor, antes de fin de año, volverían a encenderse las luces del salón para convertirse en espacio de recreación de los abuelos; pero también, para tener las puertas abiertas en la semana para sumar servicios a los casi 200 socios.