La delegación villamariense del Colegio de Psicólogos de la provincia de Córdoba abordó ayer la temática de “Abusos sexuales y violencia contra la niñez”, en una jornada que auspiciaron la Universidad Nacional de Villa María, el Colegio de Profesionales en Servicio Social local, el municipio y el Colegio de Psicopedagogos de Córdoba, en el Centro Cultural “Leonardo Favio”.
El reconocido especialista Jorge Garaventa fue el expositor principal y también dialogó con EL DIARIO en un recreo de la actividad, que concentró a un numeroso público.
Estas son sus principales expresiones en la mañana de la víspera:
-“La sociedad es bastante maltratadora con la niñez en cada una de las instancias. No podemos negar que una porción social es muy indiferente a los abusos. El concepto de ‘monstruo’ para violentos y abusadores es inapropiado y deja afuera a nuestra propia responsabilidad. Lo ajenizamos, cuando son en realidad un producto social. Son parte del cuerpo social, no son individuos diferentes, sino en todo caso tienen una estructura psíquica diferente”.
-“La proliferación saludable, necesaria e insuficiente de tantos organismos no nos tiene que hacer perder de vista que la solución está lejana. De hecho, seguimos apagando incendios. No hay políticas consensuadas y constantes que apunten a la prevención. No tenemos, pese a la ley, educación sexual en todo el país, siendo que es la única vacuna que existe contra el abuso y que busca empoderar al niño para que sea partícipe de la defensa de sus derechos”.
-“Es tremendo que tengamos que seguir planteándonos herramientas de detección e intervención del abuso después de tantos años”.
-“Hay una herramienta que es la esencial y que a veces no es valorada en toda su utilidad: se soslaya la primera y la más extensa técnica, que es la escucha. Es fundamental (le dijo a los profesionales) tomarse todo el tiempo necesario para escuchar, observar y preguntar todo lo que haya que preguntar”.
-“Tenemos una cantidad exorbitante de niños y niñas diagnosticados con patologías psiquiátricas que en realidad denuncian otro tipo de situaciones, que ocurren detrás de esta escena que el niño muestra. Cuando nos ponemos a trabajar con niños diagnosticados con estas patologías de moda -y no por eso inexistentes- a poco de andar descubrimos que suele haber situaciones de maltrato y el niño está tratando de denunciarlo de la forma que puede. No es fácil que ellos lo denuncien cuando tienen la convicción de que todo surgió a raíz de una seducción de parte de los pequeños, con amenazas de muerte de por medio o sabiendo que la catástrofe familiar que se viene será por si hablan”.
-“Hemos escuchado el mito del abusador abusado. Es un mito para justificar. Se cae desde las estadísticas: hay un porcentaje altísimo de mujeres abusadas de niñas. Y, por otro lado, la mayoría de los abusos son perpetrados por hombres. Además, aquel que ha sido abusado en su niñez queda en condiciones de ser abusado de adulto en todas las otras instancias de la vida”.
-“Necesitamos revisar el concepto de límites y eso no significa decir que no necesitan ningún tipo de dique de contención. Necesitan educación, no límites. En nombre de los límites, se han perpetrado los más violentos maltratos contra la niñez. A partir de que el maltrato empezó a tener mala prensa, no disminuyó, sino que existe, pero de manera desvergonzada: padres que no dicen que optan por pegarles, pero se sigue haciendo”.