Por: NET
Peronismo para todos y todas. Nuevamente, dirigentes surgidos desde las filas del PJ se quedaron con la mayoría de los votos en las elecciones del pasado 27 de octubre.
No todos estaban en la misma boleta. Es cierto, pero por una razón u otra los ganadores se declaran “peronistas”. En nuestra provincia, entre Unión por Córdoba, el Frente para la Victoria y la lista de Olga Riutort superaron sin castigar el 45% de los sufragios.
Ni hablar de Buenos Aires que prácticamente “todo” quedó en las bolsas de los “soldados” que invocan el nombre del General.
Lo dijo el presidente de Uruguay “Pepe” Mujica con su habitual ironía: "Son todos peronistas. Saque la cuenta, unos sacaron 40 y pico, el otro 30 y pico, suman y son 85 y pico por ciento, son todos peronistas".
Y la verdad, no se necesita ser muy lúcido en cálculos matemáticos para darse cuenta que si hubo un gran vencedor en los comicios fue, otra vez, el peronismo.
Divididos y con diversos nombres partidarios, volvieron a saborear el triunfo en la mayoría del territorio.
¿Quién puede asegurar, a la luz de la historia, que no estarán unidos en un futuro? Nadie.
No debería ser una sorpresa para los estudiosos de la política que entre los dirigentes del peronismo que más votos cosecharon existan diferencias (menores en algunos casos, abismales en otros) ideológicas.
Diferencias que no cambian la raíz. El peronismo es así.
El propio Juan Domingo Perón definió con claridad la composición de su movimiento.
Dijo Perón en una nota publicada en la Revista Ya el 8 de septiembre de 1973: “Tenemos una ideología y una doctrina, dentro de la cual nos vamos desarrollando. Algunos están a la derecha de esa ideología y otros están a la izquierda, pero están en la ideología.
Los de la derecha protestan porque éstos de la izquierda están y los de la izquierda protestan porque están los de la derecha. Yo no sé cuál de los dos tiene razón. Pero es una cosa que a mí no me interesa. Me interesa que exista un movimiento que sea, diremos, multifacético, que tenga todas las facetas que un movimiento debe tener”.
Y sin duda, lo que le interesaba a Perón sigue estando vivito y coleando cuarenta años después. Continúa siendo un movimiento multifacético y que se va “acomodando” a los tiempos y a los diversos liderazgos nacidos después del fallecimiento del creador de la doctrina.
Y protestan los de la izquierda contra los de la derecha y viceversa. Pero todos se escudan en la insignia del "hecho maldito del país burgués", como lo definió John W. Cooke.
Y a esas diversas facetas las vamos a seguir observando en el Congreso a partir del próximo 10 de diciembre.
El bloque cordobés tendrá fuerte impronta justicialista.
El Frente para la Victoria que lleva las banderas de Cristina, quedará integrado con seis diputados: los que tienen mandato hasta 2015: Nora Bedano, Fabián Francioni, Daniel Giacomino (que salió de las filas del juecismo) y Mónica Gutiérrez.
Los que ingresan en 2013 con mandato hasta 2017: Carolina Scotto y Martín Gill.
Unión por Córdoba, que agita las consignas del cordobesismo tendrá los tres nuevos, ya que en 2011 avalaron la lista de la presidenta Cristina. Asumirán sus bancas Juan Schiaretti, Blanca Rossi y Carlos Caserio o Martín Llaryora si Caserio va al Gabinete de De la Sota.
Diversas facetas que en la diversidad de pensamiento tienen varios puntos en común: haber llegado con el aporte extra de los sufragios del PJ. Un claro ejemplo son los resultados que obtuvo la boleta de Scotto y Gill en Villa María y Villa Nueva: cunas de dos intendentes justicialistas.
Un dato para destacar, si Gill asume en la banca (suenan rumores que podrían ofrecerle el Ministerio de Educación de la Nación), Villa María tendrá tres legisladores nacionales: Bedano, Gill y Jorge Valinotto del Frente Amplio Progresista.
Todo un récord.
Festejos
El radicalismo también tuvo una semana de festejos. La celebración de los 30 años de la recuperación de la democracia trajo a la memoria la figura de Raúl Alfonsín.
Un dirigente que supo conquistar el corazón de los argentinos después de las páginas negras de la dictadura.
Los boinas blancas se mostraron felices a la hora de los resultados en las urnas, consiguieron mantener su segundo lugar entre las fuerzas políticas de la provincia y contarán con cinco legisladores en la bancada cordobesa a partir del 10 de diciembre: Oscar Aguad (que repite), Soledad Carrizo, Diego Mestre y los que tienen dos años más de mandato: Mario Negri y Patricia de Ferrari.
Los que no tuvieron motivos para festejar en “el corazón del país” fueron los dirigentes del Frente Cívico y Social. El bloque de Luis Juez perdió las tres bancas conseguidas en 2009 (cuando Juez llegó al Senado) y hoy sólo quedan los dos electos en 2011 con la alianza con Hermes Binner: Jorge Valinotto y Graciela Villata.
El juecismo tuvo su peor elección y muchos de sus seguidores consideraron un grave error la decisión de Juez de no encabezar la lista.
Es tarde para lágrimas.
El bloque cordobés (18 en total) lo completarán Edgar Müller de Compromiso Federal y Héctor Baldassi del PRO.
El 10 de diciembre comienza una nueva etapa legislativa y, fundamentalmente, otro gran triunfo de la democracia.
