Falleció ‘el Laucha’”, fue la fría información recibida en la mañana del miércoles. El veterano pedalista Francisco Abellonio, un símbolo de ese deporte de la región, tenía 88 y falleció alrededor de las 2.30 horas de la madrugada de esa jornada como consecuencias de un Accidente Cerebro Vascular.
La noticia causó un hondo pesar en toda la comunidad villamariense y de la región y no solamente del ciclismo, sino también en toda la actividad deportiva. Es que “el Laucha” era conocido y reconocido por muchos.
Fue a la escuela hasta el quinto grado, estudiando en tres colegios: el Mariano Moreno, el Víctor Mercante y el República de Paraguay.  
Sin dudas que la bicicleta fue su vida. No sólo por sus éxitos y hazañas ciclísticas, sino también como oficio, ya que fue bicicletero por muchos años, hasta que se jubiló.
Supo trabajar en “El pedal”, pero en 1948 se independizó y fue dueño de su bicicletería hasta comienzos de los años 90, que se jubiló.
Sus inicios en el ciclismo fueron ya de adolescente con alrededor de 14 años, cuando aprendió a andar en bicicleta. Lo hizo en una bici inglesa prestada.
Corría el año 1942, cuando a su hermano (que también corría en bicicleta) le tocó la conscripción y su destino fue Mendoza. Entonces la bicicleta quedó a su cuidado, para “ir a comprarle comida al perro. Teníamos un bulldog. Pero mi hermano me penalizó que no le tocara la bici, ni que le bajara el asiento. Mi mamá lloraba porque se iba al servicio y yo estaba contento, porque me dejaba la bicicleta, le contó a EL DIARIO en un reportaje publicado el 3 de octubre de 2004.
“En aquel tiempo corría Ciro Peralta y yo iba a tenerle la ropa cuando hacían acá el campeonato de velocidad”, supo contar.
“Cuando mi hermano volvió del servicio militar, me compraron mi primera bicicleta”, recordó “el Laucha”.
Apasionado también por la caza, el veterano pedalista sabía comentar: “Lo que más me ha dado todo esto del ciclismo y la caza, son amigos”.
Tuvo tres hijos y todos heredaron su pasión por el deporte: Francisco ha sido un reconocido ciclista, con varias presencias en campeonatos argentinos y Ricardo Benito mezcló sus pasiones entre las dos ruedas (corrió varias vueltas a Córdoba) y los autos de carrera (fue varias veces campeón del TC 47).
Su pasión por el ciclismo hizo que Francisco “el Laucha” Abellonio tuviera su mejor época entre 1942 y 1962. “Corría en una bicicleta de marca francesa, Omega”, supo contar en otro reportaje. En ese tiempo supo ser forjador de otros tantos pedalistas, entre ellos Andrés “el Alemán” Schmidt y Guillermo Peretti.
Dejó de correr porque ya venían ocupando espacio sus hijos y él se dedicó a apoyarlos.
Pero su amor por el ciclismo siguió firme. Hasta no hace mucho tiempo, era normal verlo sobre su bicicleta recorriendo la ciudad.
Con 83 años, corrió una de las ediciones de la prueba Cicloturística “Villa María - Villa del Dique” y realizó los 160 kilómetros de ida. Lo mismo había realizado en ediciones anteriores, algunas de ellas de ida y vuelta. Es que su vida misma transcurrió sobre las dos ruedas.
Con su partida, el ciclismo local pierde un referente y un forjador de varios pedalistas. Quedó el recuerdo de un personaje querido y de gran corazón, sin dudas un ícono del ciclismo de la región.  
Lo despidieron sus familiares y amigos y sus restos fueron cremados.