Si bien los últimos informes recibidos de InfoPlagas para Villa María y la región, no se han encontrado en cantidades alarmantes en los cultivos maiceros, es importante tener en cuenta las características correspondientes a esta plaga, para reconocerlas y combatirlas a tiempo, ya que de no hacerlo, producen grandes pérdidas en los rindes.
Ciclo Biológico: la hembra ovipone en el envés de las hojas entre 400 a 500 huevos, en masas de hasta 30 huevos cada uno, protegido por una sustancia que se solidifica y da una apariencia de escamas de tono blanquecino amarillento. Luego de 6 a 8 días nacen las larvas que se alimentan del parénquima de las hojas y posteriormente se introducen en el tallo o espiga. La larva puede completar su desarrollo entre 25 a 35 días. En la región pampeana pueden darse hasta tres generaciones, dentro de las cuales la última (febrero - abril) es la que más daño causa (debido a una alta población), es la que pasa el período de invernación como larva y empupando en setiembre.
Adulto: el adulto presenta un color pajizo (ocráceo), con dos líneas oscuras oblicuas y un punto central en las alas delanteras, son de actividad nocturna y de tamaño mediano.
Larva y huevos: los huevos son escamosos y blancos cuando están recién puestos y se vuelven negros en el momento de eclosionar. Las larvas en su primer estadio tienen de uno dos milímetros de largo y son blancuzcos, con la cabeza negra las que están totalmente desarrollada, llegan hasta 25 milímetros de largo y tienen ocho marcas evidentes a través de la porción anterior de cada segmento del cuerpo y dos marcas en la parte posterior. Las larvas que invernan pierdan estas manchas y tiene un color blanco cremoso.
Hospedantes principales: esta especie ataca los cultivos de maíz (siendo más sensible el maíz más dulce y el pisingallo), sorgo, trigo y gramíneas forrajeras.
Daño: en la planta joven daña el brote terminal y puede provocar su muerte. En plantas desarrolladas, como el maíz encañado, las larvas realizan galerías longitudinales; en una misma planta pueden hallarse varias larvas. Las perforaciones y barrenado, no sólo provocan el quebrado de las plantas, sino que permiten también la entrada de diferentes patógenos que determinan importante perdida en el rendimiento.
Umbral de Daño: se sugiere el control de la plaga cuando se compruebe un 10% de las plantas infectadas, con una o más posturas de huevos. El monitoreo de adulto con trampa de luz permite determinar los picos de población adulta, lo que indica el momento de efectuar las evoluciones a campo.
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