La mañana del día de ayer comenzó con una tenue y constante llovizna que se extendió hasta horas del mediodía, algo que parecía se haría extensivo para todo el sábado. Pero en horas de la siesta, cuando muchos villamarienses se encontraban descansando, sucedió lo que pocos esperaban.
Eran cerca de las 15 cuando el cielo se tornó oscuro y comenzó a descargar un fuerte y persistente manto de lluvia sobre la ciudad.
Esto generó que durante varios minutos y en casos durante horas, el transitar por algunas calles y sectores de la ciudad se tornara una misión complicada de realizar.
La calle Mariano Moreno, como habitualmente sucede, entre calles Entre Ríos y bulevar Sarmiento se transformó en un río que los vehículos debían atravesar a muy baja velocidad para evitar que sus motores se detuvieran.
La zona del Subnivel, sobre calle Sabattini, también acumuló mucho agua, al igual que en las inmediaciones del Centro Cultural “Leonardo Favio”, que se asemejaban a un piletón gigante.
Pero la situación más crítica se vivió en los barrios periféricos de la ciudad, sobre todo en aquellos donde las calles son de tierra. Varios vecinos dieron cuenta de la imposibilidad para poder salir de sus hogares, como el caso de un vecino de barrio La Calera, quien se comunicó con nuestra Redacción para apuntar que en la intersección de las calles Arenales y Castelli el agua llegaba prácticamente hasta la puerta de su hogar.