Escribe: NET
"La Junta Electoral convalidó este fraude, pero nosotros vamos a apelar esta medida ante la Cámara Nacional Electoral, y si hace falta, acudiremos a la Corte Suprema de Justicia, porque se está violentando la voluntad popular".
Las palabras salieron disparadas de la boca de la principal referente de la izquierda cordobesa, Liliana Olivero.
Es que la batalladora psicopedagoga y legisladora provincial estuvo cerca, muy cerca de hacer historia y sentarse en una banca en el Congreso de la Nación.
Olivero, junto a sus miles de seguidores, acarició el sueño hasta la medianoche del 27 de octubre. La novena banca en juego era suya, según los recuentos del momento. Imprevistamente, pasadas las doce campanadas de la noche cívica, la diferencia de votos se volcó a favor del radicalismo y tendió el puente para la llegada a Diputados de Diego Mestre, precisamente el hermano del intendente de Córdoba capital Ramón Mestre.
“No puede ser”, fue la primera reacción de los luchadores integrantes del Frente de Izquierda de los Trabajadores.
No puede ser. No pudo ser. Una mínima diferencia le daban la medalla de honor a Mestre. La reacción llegó rápidamente, con el fragor de las pasiones y la espina de la duda clavada en el recuento de las mesas capitalinas, una ciudad que ha sabido acompañar, en porcentajes más altos que el interior, las claras propuestas del Frente de Izquierda.
La palabra “fraude” apareció en la escena y nos remontó a las polémicas elecciones del año 2007, cuando Luis Juez se quedó con la convicción de que “le habían robado” el sillón de la ex Casa de las Tejas.
“Córdoba se convirtió en la capital del fraude”, dijo Olivero tras conocer la negativa de la Junta Electoral Provincial a abrir las 2.200 urnas observadas por el FIT. “Los resultados no coinciden con el de nuestros fiscales” y existen 157 mesas cargadas en forma irregular, plantearon Olivero y su partido.
De nada sirvió. La Junta Electoral (dos votos contra uno) por mayoría cerró la persiana y dejó al FIT con el recurso de apelar a instancias superiores. Seguir peleando, casi sin posibilidades.
Olivero tuvo una oportunidad histórica. Hubiera sido, tal vez, un regalo merecido a su lucha por la defensa de los trabajadores que inició en la década del 70 como delegada sindical y continuó con su militancia en el Movimiento Socialista de los Trabajadores.
No pudo ser. Hubiera sido un reconocimiento, además, a dirigentes y cuadros que siguen peleando desde el núcleo más duro de una izquierda que en los últimos años no logró los sufragios necesarios para sentarse en el Congreso.
Si las urnas no se abren, como decidió la Junta, siempre quedará la duda sobre la banca que tendrá Mestre y continuará peleando Olivero.
No obstante, en el país el frente conformado por el Partido Obrero y el Partido de los Trabajadores Socialistas pudo festejar de la misma manera que celebraron los primeros, los segundos y los terceros en las elecciones de medio camino que podrían denominarse “alegría para todos”.
Sobran los motivos para el festejo
Sí. Como dice el tema de Joaquín Sabina “sobran los motivos” para levantar las copas. El Frente de Izquierda ganó tres bancas de diputados el pasado domingo: en la provincia de Buenos Aires, Mendoza y Salta. Contó muchos votos en Córdoba y en Santa Cruz, a pesar de que no le alcanzó, y más de un millón de personas avalaron sus propuestas en todo el país.
Nada mal para la coalición trotskista fundada el 14 de abril de 2011 y que se presentó a las elecciones presidenciales de ese año con la fórmula Jorge Altamira - Christian Castillo.
A dos años de su creación, el FIT tendrá un bloque en Diputados, a partir del 10 de diciembre, integrado por Néstor Pitrola, Nicolás del Caño y Pablo López.
Pitrola, con el 5,04% de los votos, obtuvo una banca en la provincia de Buenos Aires. El acuerdo comprende que a mitad de mandato le cederá el escaño a la segunda de la lista, Myriam Bregman, del PTS.
En Mendoza, el FIT obtuvo el tercer puesto, detrás del radicalismo y el Frente para la Victoria, con un 14,13%, y logró que el militante del PTS Nicolás del Caño ingrese al Congreso.
Del Caño ocupará durante los dos primeros años del mandato su banca de diputado nacional y luego la cederá a la siguiente candidata en la lista, Victoria Sosa.
En Salta, la euforia fue total. El Partido Obrero sorprendió. Logró el 19,32% (117.460 votos) y se ubicó en el segundo puesto, a sólo un punto porcentual del oficialismo. Los resultados que ya se habían perfilado en las primarias respaldaron al militante Pablo López.
Una interesante etapa se abre para el FIT que, sin duda, se hará escuchar en el recinto legislativo a partir del año próximo.
Rumores de pasillos
Legislativo y ejecutivo. Dicen que dicen los que transitan ciertos despachos oficiales que el electo diputado de nuestros pagos Martín Gill asumiría la banca el próximo 10 de diciembre, pero seguiría manejando los hilos de la Secretaría de Políticas Universitarias.
Entre los acostumbrados a hacer predicciones no falta quien “ve a Martín” como un posible candidato al Ministerio de Educación.
Habrá que esperar.
Buena leche. “Lo digo con buena leche”, aseguró el profesional comentando algunos cambios que se producirían en el Gobierno nacional en los próximos meses.
El hombre, dejando los anteojos sobre la mesa y hablando “bajito”, anotó en un papel el nombre de Norberto Yauhar. El ministro de Agricultura se irá a Diputados y es uno de los enroques. Parece que este movimiento tendría repercusiones en nuestra región, no sólo por la importancia que tiene el Ministerio para una zona agropecuaria, sino porque el alejamiento de Yauhar dejaría sin cargo al villamariense Jorge Videla, hoy titular de la Subsecretaría de Lechería.
“Seguro que Videla también se va”, dijo nuestro interlocutor aclarando por las dudas que a “seguro lo llevaron preso”.
Sin testamento. “La sucesión en Villa María tiene que ver con un modelo de alta eficiencia en la organización y administración de los recursos públicos”. Lo dijo el intendente Eduardo Accastello.
No dio nombres de sucesores y alegró a algunos que se preparan para ponerse las zapatillas de intendente. Hay trabajos en secreto que están esperando el momento oportuno para salir a la luz. Precandidatos, sobran.
