Una de las complicaciones más importantes y potencialmente mortales de la diabetes mellitus es la cetoacidosis diabética, la cual hace referencia a una descompensación, que junto con el estado hiperosmolar y la hipoglucemia (secundaria al tratamiento) son las tres principales complicaciones agudas de la diabetes mellitus. Esta complicación se desarrolla en cuestión de horas y pone en peligro la vida del paciente, por lo que se considera una urgencia médica.
Se presenta cuando el cuerpo no puede usar el azúcar (glucosa) como fuente de energía, debido a que no hay insulina (transportador) o ésta es insuficiente. En lugar de esto, se utiliza la grasa para obtener energía.
Las personas con diabetes tipo 1 no tienen suficiente insulina, una hormona que el cuerpo utiliza para descomponer el azúcar en el cuerpo para obtener energía. A medida que las grasas se descomponen, se forman moléculas llamadas cuerpos cetónicos (cetonas y ácidos carboxílicos) que se acumulan en la sangre y la orina. En niveles altos, los cuerpos cetónicos son tóxicos. Esta afección se denomina cetoacidosis. Los niveles de glucemia se elevan, generalmente en forma importante, debido a que el hígado produce glucosa para tratar de combatir el problema; sin embargo, las células no pueden absorber esa glucosa sin la insulina.
La cetoacidosis diabética con frecuencia es el primer signo, debut o forma de presentación de diabetes tipo 1 en personas que aún no tienen otros síntomas, aunque también puede ocurrir en alguien a quien ya se le ha diagnosticado la enfermedad. Una infección, una lesión, una cirugía o pasar por alto dosis de insulina pueden llevar a cetoacidosis diabética en personas con diabetes tipo 1.
Las personas con diabetes tipo 2 también pueden desarrollar cetoacidosis, pero es poco frecuente. Generalmente se desencadena por una enfermedad grave.
Inicialmente los síntomas son los propios de una diabetes mellitus descompensada: poliuria (micciones frecuentes), polifagia (aumento del apetito) y polidipsia (aumento de la sed), a los que se le añaden síntomas generales.
-Cefalea
-Sequedad en la boca y la piel,
-Pulso débil, hipotensión
-Aliento a frutas
-Náuseas, vómitos y dolor abdominal
-Debilidad muscular, decaimiento
-Dificultad respiratoria
-Desorientación
-Disminución del estado de conciencia, que puede progresar a coma y muerte
El tratamiento es urgente y debe instalarse de inmediato. La mayoría de las veces será necesario el tratamiento en una sala de terapia intensiva con monitoreo continuo. Tiene dos principales objetivos, la corrección de la deshidratación y de la hiperglucemia.
Adicionalmente se debe vigilar y tratar déficit de electrolitos (potasio, sodio, magnesio, etcétera) y la eliminación o tratamiento de la causa de base o factores predisponentes.
Por lo general, la meta es sacar al paciente de la acidosis en un máximo de seis horas. La reposición de líquidos se puede iniciar por vía oral si el paciente no tiene depresión de la conciencia y/o dolor abdominal, pero por lo general se prefiere la endovenosa con suero (ejemplo: soluciones cristaloides), hasta su estabilización.
La corrección de la hiperglucemia se realiza con la administración de insulina por vía endovenosa y mucho menos frecuente por vía intramuscular.
Es esencial recordar que la vigilancia de los niveles sanguíneos de glucosa, electrólitos séricos y otros, deben realizarse estrechamente (cada hora), una vez iniciada la terapia, para evitar errores de dosificación, ajustar las dosis de acuerdo a la evolución y prevenir complicaciones como edema cerebral, arritmias, hipoglucemia, etcétera.
Los pacientes más graves pueden tener necesidad de ventilación mecánica (respirador).
Las medidas anteriores deben mantenerse hasta alcanzar una concentración de glucosa dentro de parámetros normales, se corrija la acidosis, no haya alteraciones electrolíticas y habiendo controlado la causa que provocó el desequilibrio. Una vez logrados estos objetivos, el resto de la terapia deberá ser acorde a las características individuales del paciente y su evolución.
La acidosis puede llevar a enfermedad grave o la muerte. Una terapia mejorada para personas jóvenes con diabetes ha disminuido la tasa de mortalidad a raíz de esta afección, sin embargo, sigue siendo un gran riesgo en los ancianos y en las personas que entran en coma cuando el tratamiento se ha retrasado.
Esta afección puede convertirse en una emergencia médica. Llame al médico si nota los síntomas iniciales de la cetoacidosis diabética:
-Disminución del estado de conciencia
-Aliento con olor a frutas
-Náuseas
-Dificultad para respirar
-Vómitos
Como en todos los ámbitos, la prevención es el pilar fundamental.
Dr. Alan Zazu