“Es una maravillosa aventura, pero una aventura con los pies en la tierra”, dijo David Ruiz, coordinador del área de Viviendas de Cáritas Diocesana, al concluir la firma de convenios con Cáritas parroquiales de Ballesteros, Ausonia (en el mismo programa con Idiazábal), Dalmacio Vélez, La Laguna, Noetinger y Oliva.
Se erigirán 180 unidades habitacionales, a razón de 30 por localidad.
Es la sexta etapa del plan de viviendas que construye la organización solidaria de la Iglesia Católica, con lo que suman mil hogares.
El sistema se basa en aportes económicos del Gobierno nacional y en la mayoría de los casos, con la donación de terrenos de parte de los municipios.
En este plan, la única localidad que no donó terrenos fue la de Idiazábal, donde se erigirán cinco viviendas en lotes de vecinos que son adjudicatarios.
“El aporte para el programa es de 33 millones de pesos”, dijo Ruiz.
“Cada pueblo tiene un proyecto diferente, por lo que hay casas que cuestan más y otras menos”, aclaró; aunque el promedio es de 160 mil pesos por vivienda.
El presupuesto fue solicitado en el año 2012 y aprobado recientemente.
Si bien no hay precisiones sobre la fecha en que llegará la primera partida de dinero, Ruiz estimó que será después de las vacaciones.
“A partir de que lleguen los fondos, tenemos 10 meses para concluir las casas”, reseñó.
Reconoció que, si bien trabajan mucho para los programas habitacionales, “sentimos que ante la gran demanda, siempre es poco lo que hacemos”.
En su discurso, destacó el círculo virtuoso que representa el trabajo conjunto entre Estados nacional, municipales y una ONG como Cáritas para dar respuestas a las necesidades de la gente.
En el mismo sentido, el intendente de Oliva, Oscar Tamis, en representación de sus pares agradeció la organización de Cáritas y los fondos de la Nación, que le permiten dar respuesta a las necesidades de la gente.
A su turno, el obispo Samuel Jofré habló del déficit habitacional del 30% en Argentina.
“Esta gran carencia significa que no es culpa de un Gobierno, sino que por distintas razones, los ciudadanos se han desorientado y no tienen presente que los primeros protagonistas de la casa son los que van a habitarla”.
En ese sentido, la máxima autoridad de la Iglesia de Villa María dijo que hay “un vicio nacional. Es el de denme soluciones a mis problemas. Así lo plantea la gente que corta calles, hace piquetes exigiendo viviendas en lugar de asumir la responsabilidad del esfuerzo común”.
Cargó la principal causa de la carencia de viviendas en la falta de conciencia de la responsabilidad individual, aunque también remarcó los problemas sociales, como la inaccesibilidad de la tierra. “En un país prácticamente deshabitado, es insensato que no haya un acceso a la tierra. Hacen falta políticas públicas”, remarcó.
En otro tramo de su alocución, dijo que Cáritas no tiene la obligación de hacer viviendas, pero lo hace para “suplir” a los que no lo hacen.
Destacó el sistema que le da protagonismo al adjudicatario, que es el responsable de la construcción de su casa y valoró el aporte de “organización y de unión de voluntades” que realiza el brazo solidario de la Iglesia, para que se puedan concretar los sueños de la casa propia.