En la Audiencia Pública celebrada ayer para oír a la ciudadanía sobre los proyectos de Presupuesto y Tarifaria, que armó el Poder Ejecutivo villanovense para el año próximo, sólo se receptaron quejas.
Los ediles y la única funcionaria del Ejecutivo que se hizo presente, Sandra Bossa (secretaria de Economía y Finanzas), recibieron reclamos de quienes hicieron uso de la palabra en la reunión de la víspera, que se inició puntualmente al mediodía y se extendió por dos horas.
Hubo 10 vecinos, uno de ellos el excandidato a intendente, militante y pastor evangélico Manuel Argüello.
Un residente de barrio San Antonio se mostró muy molesto con el Gobierno. Dijo que “no se premia” al contribuyente que cumple con el pago de los servicios y está al día. “Respecto a los que no pagan, el problema es de la administración municipal, no de los vecinos que sí cumplen”, remarcó.
El ciudadano recalcó que la provisión de los servicios “es un deber del municipio” y luego disparó hacia el Profam, el Programa de Fortalecimientos de la Administración Municipal que brinda la Fundación de la Universidad Nacional de Villa María hasta abril próximo. “Se está llevando mucho dinero, dinero que es de la ciudad”, advirtió.
Casi sobre el final, también criticó (ver página 12) el horario en que se desarrolló la Audiencia Pública. “Debería haberse dado en un horario que posibilite mayor participación”, subrayó.
En tanto, Franco Gazzoli, un comunicador social que habita con su familia en barrio Golf, repasó las dificultades que deben atravesar los ciudadanos de ese sector para poder contar con los servicios esenciales. Precisó que no se cumplió con el alumbrado público, que tuvieron que gestionar el enarenado de las calles -lo hicieron por su cuenta- y puntualizó que la recolección de residuos y el riego se da “una vez a la semana y sólo cuando quieren”. “Les tenemos que ir a pedir por favor que pasen”, afirmó.
“El municipio no presta servicios, nos presta déficit”, ironizó. Y en alusión al Profam, recordó que en su momento el exsecretario de Finanzas, Alejandro Díaz, había prometido una fiscalización que jamás se concretó (o que no dio sus frutos). “Si nos van a cobrar los servicios, prestenlos. Aumenten si quieren, pero brinden servicios. ¿Qué quieren que paguemos si no?”, manifestó.
Más tarde, resaltó que el intendente Cavagnero gobierna desde 2007. El intendente “no llegó recién (al poder), pónganse los pantalones largos y háganse cargo”, instó.
La edil Magalí Castro, del Frente Cívico, contó que desde el bloque hizo peticiones y pedidos de informes relacionados a la deficiente prestación de servicios en algunos sectores de la ciudad, “pero nunca son contestados, ni siquiera en un mano a mano (con los funcionarios) en los pasillos”.
Qué dijo el Gobierno
Sandra Bossa dijo, en el recinto y luego al ser abordada por la prensa, que entendía las quejas de los vecinos y les dio la razón aunque con justificaciones.
Sobre el Profam, expresó que “hace dos años no podíamos pagar ni los sueldos y por lo que desarrolló este programa estamos saliendo adelante; tiene 20 contadores y para nosotros era imposible contratar a 20 profesionales”.
“Más allá del dinero que se lleva, Villa Nueva ha cambiado”, defendió y recordó que el mismo se implementa hasta abril de 2014. “Nos estamos capacitando para cuando concluya”, añadió.
“Los servicios se están brindando, reconocemos que hay déficit en muchos lados, pero los servicios se están brindando”, declaró e hizo hincapié en que de “nueve mil parcelas pagan cuatro mil” (ver precisiones en página 12). “Hay barrios que están debiendo un millón de pesos”, informó.
Hubo un murmullo generalizado de rechazo cuando argumentó que además de la provisión de servicios la comuna “debe cumplir con temas sociales, como lo son las guarderías o cuestiones de salud”.