Escribe: Damián Stupenengo
(enviado especial)
Por Jonathan Scalzo. Alumni dio un paso que lo alienta a intentar salir del pozo que lo tiene atrapado en la profundidad de un territorio que se preveía difícil, pero que se siente aún peor. Por Scalzo, Alumni encuentra un poco de luz en la oscuridad de sus rendimientos magros. Por Scalzo, Alumni puede volver a levantar la cabeza y hacer memoria, para volver a saborear el gusto de una victoria. Aunque haya sido por penales, 6 a 5, tras igualar 0 a 0 en los 90 minutos con Juniors para pasar a la próxima ronda de la Copa Argentina donde lo espera Racing o Las Palmas.
Este invento de Grondona se le ofrecía como un par de escalones factibles de trepar, para poder empezar a escalar el abismo que lo separa de los buenos rendimientos futbolísticos y los niveles anímicos óptimos. Estuvo lejos de convencer con el rendimiento; no fue superior a Juniors, pero tampoco sufrió a un rival que no tuvo peso ofensivo, salvo cuando el Fortinero se lo permitió. A los 39’, Scalzo salió al encuentro en el momento exacto en el que Francisco Bergallo iba hacer pagar el primer error de una defensa con grietas. Tres minutos más tarde, el 1 le puso el pecho a un mano a mano con Daniel Maidana que pretendía ubicarla al lado del poste más lejano. Las oportunidades claras, únicas en el partido, que tuvo el Poeta fueron por errores defensivos consecutivos. Del local, fuera de eso, nada más.
Pero en Alumni cuando un jugador aparece a dar la cara para sumarse a la ofensiva, otro desaparece. Así fue durante todo el partido. Son chispazos futbolísticos individuales que no coinciden temporalmente como para llegar a encenderse definitivamente. Por eso acumuló situaciones aisladas, como algunos intentos de Cristian Rami en el área. Alternaron Daniel Ramírez y Mikael Colombo en el primer tiempo, cada uno por su banda, pero no apareció Sanjurjo. Cuando el ex-Talleres asomó algo de sus capacidades, Santiago Aloi abusaba de su capacidad para tener la pelota bajo la suela sin que corra riesgos y pecaba de egoísta. La historia se repite constantemente. Sobre el final del partido un pelotazo le cayó en los pies a Aloi y su remate rozó el palo, pero los penales eran un destino obligado porque ambos conjuntos se repartieron miserias.
Y ahí volvió a aparecer Scalzo. Tapó los tres primeros remates de Juniors, pero sus compañeros no le acertaron a la red. Con la serie igualada en cinco tantos, la responsabilidad quedó en los pies de Ulises Bonaveris, que caminó hacia la pelota y la puso al lado del poste izquierdo. El pasaje a la siguiente ronda es un aditivo al sabor principal que deja esta victoria. Por penales, pero victoria al fin. De esas que suman mucho más desde lo anímico y suelen invitar a volver a esas que hacía tiempo se habían ido.
La figura
Jonathan Scalzo evitó que Alumni cayera en los minutos reglamentarios tapando dos mano a mano consecutivos. Pero se lució en la serie de penales al atajar los tres primeros remates. De otra categoría.
El árbitro
Diego Andreucci tuvo un buen arbitraje. No fue protagonista de un encuentro que no lo exigió demasiado y que no contó con jugadas polémicas.