El “Pato”, un especialista en la materia, al igual que su antecesor Oscar Córdoba, supo remarcar que tuvo “suerte, intuición y convicción” en aquella jornada épica en la que Boca le ganó a Milan de Italia la Copa Intercontinental, con dos penales atajados.

Suerte, intuición y convicción son tres ítems que también sabe manejar muy bien Jonathan Scalzo, el joven arquero de Alumni, que el miércoles por la noche llegó a atajar nada menos que tres penales en una definición por la Copa Argentina, ante General Paz Juniors. 

 “La verdad que tuve la suerte de atajar esos tres primeros penales, sirvió para que el equipo ganara, aunque sufrimos un poco al último, donde si errábamos, nos quedábamos afuera”, reconoció ayer el villamariense, después de la práctica que efectuó el “Fortinero”, en el predio del club.

“Estoy contento, pero hay que tener los pies sobre la tierra porque en el campeonato estamos últimos y necesitamos ganar”, aclaró.

Lo del miércoles no fue la primera vez y quizás no sea la última de “Jony”, el mismo que se había convertido en héroe en otro duelo en Córdoba, más precisamente en el Kempes, cuando sus atajadas en los penales provocaron el descenso de Racing, un clásico rival.

Consultado sobre si aquello se asemeja a lo del miércoles, el portero comentó: “Son situaciones distintas. Aquella vez estábamos peleando el descenso y después se perdió la categoría, pero ya está, son cosas del pasado”. 

“Este se disfruta mucho porque pudimos pasar la serie y es importante para el envión anímico del grupo, ya que veníamos de tres derrotas consecutivas y nos dimos cuenta que podemos y hay que seguir así, con confianza y fe para sacar esto adelante”, remarcó.

Suerte, intuición y convicción llevaron a Scalzo a este nuevo capítulo formidable en el aspecto personal, tanto que hasta señaló que no había estudiado previamente a los lanzadores, algo que suele ser parte del secreto a la hora de los penales.

“No había estudiado nada; el primer penal lo estudié apenas vi que venía un defensor; pensé que por ser el primer penal, podía patear al medio y, si me quedaba parado, lo iba a tapar. En los otros dos me jugué a mi derecha y pude llegar… Si me jugaba de vuelta a la derecha en el cuarto, capaz que lo atajaba, pero ya está, lo importante es que pasamos de ronda”, reflexionó. 

Otro dato a tener en cuenta fue el mensaje que le dio Héctor Machado, un entrenador que conoce desde sus años de pibe de inferiores.

“Me acuerdo una vez que definimos un Provincial por penales en 2003; ‘Pelusa’ me dijo ese día: ‘Elegí una punta y andá nomás’. Ayer me dijo lo mismo”, reveló “Jony”, quien aquella vez atajó un penal y dio una vuelta olímpica en el Torneo de la Federación Cordobesa de Fútbol.

De la misma camada salió Ulises Bonaveri, a quien le tocó la responsabilidad de patear el último penal contra Juniors y acertó para desatar la felicidad.

Scalzo dijo que “en caso de ‘Uli’, si bien en un momento se fue del club porque no le daban la posibilidad, hoy está enchufado y le tocó patear el penal decisivo, por eso hay que agradecerle, ya que no es fácil patear en un momento así”. 

“Estoy contento porque se está dando el fruto del trabajo durante años que hizo ‘Pelusa’ con las inferiores; vienen chicos de las ‘fuerzas básicas’ del club y eso es importante”, añadió el guardametas, que resaltó además la pasión que imprime Machado.

“Pelu’ siempre tiene su postura; le gusta jugar al fútbol, pero cuando hay que sacarla a la tribuna, hay que sacarla; le mete mucha pila para sacar a adelante esto”, aseveró.

 

A levantar

 

Scalzo sabe bien que Alumni no puede andar tirando manteca al techo por una clasificación en la Copa Argentina. De hecho, se enfoca más en lo que viene dentro del Argentino B, donde el equipo no sonríe.

“Una de las cosas positivas que se rescatan del partido en Córdoba es que encontramos una solidez defensiva que venimos buscando desde hace varios partidos, ya que sólo contra Newbery de Venado Tuerto fue que no nos convirtieron; esta vez por ahí no se jugó mucho, pero siempre estuvimos concentrados, se metió cuando había que hacerlo y, si bien Juniors tuvo dos jugadas aisladas en el primer tiempo, en el segundo prácticamente no patearon al arco y eso es mérito de mis compañeros”, resaltó.

En ese sentido, Scalzo comienza a respirar más tranquilo, a pesar de tener la bronca lógica de todo arquero cuando visualiza en la tabla que su equipo es el más goleado de la zona.

“Siempre tratamos de pulir los errores, de corregirlos, de no cometerlos en los partidos porque no te perdonan, pero cuando estás de mala racha, viene un rebote y te la mandan a guardar; por eso rescatamos la importancia del partido con Juniors por la solidez defensiva”, indicó. “Estamos contentos porque se clasificó y porque hacía varios partidos que teníamos esa deuda pendiente por el arco en cero”, agregó.

El próximo domingo, a las 19, Alumni recibirá a Tres Algarrobos, en Plaza Ocampo, donde luego también será local (ante Jorge Ross) con el objetivo de catapultar sus ilusiones luego de varias pálidas.

Es por ello que Scalzo admitió: “En estos dos partidos nos jugamos el futuro de lo que vamos a pelear”. 

“Si metemos los dos partidos, nos iremos a diez puntos y nos prenderíamos en el pelotón de arriba; lo bueno es que está parejo porque si bien el torneo nos encuentra últimos, estamos a tiro de Estudiantes, así que vamos a tratar de ganar lo que viene”, expresó el arquero, un especialista en los penales que sueña con dejar de lado las alegrías efímeras y perpetuar algo más importante.