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A cuidarla. Hugo Yocca trata de adueñarse de la pelota mientras lo persigue Lucero. El santiagueño jugó de marcador de punta y luego actuó de volante por derecha |
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Escribe: Juan Manuel Gorno
Si Marcelo Bonetto, el nuevo técnico de Alumni, pretende un equipo con estirpe ganador para pelear cosas importantes en el Argentino A, entonces anoche encontró un guiño cómplice de sus jugadores, que finalizaron una semana difícil con una victoria fundamental, 2-1 de local, ante Juventud Unida de San Luis, en partido que cerró la 21ra. fecha de la Zona 3.
Luego de la sorpresiva partida de Mauricio Magistretti, que derivó en el arribo acelerado de Bonetto, el equipo villamariense debió sacar adelante un partido que "se vino encima" y lo hizo con actitud, elemento casi suficiente para contrarrestar todo problema.
Es cierto que Bonetto dio señales de cambio, por ejemplo, con la recuperación de la titularidad y la capitanía que le brindó a Fernando Guzmán, un jugador querido por la gente que pocas chances tenía con el DT mendocino. Pero está claro que la idea del inicio para el ex técnico de Racing fue pedirle al equipo la personalidad para salir a buscar el triunfo, más allá de algunas improlijidades tácticas que pudiesen emerger y de la continuidad de un viejo esquema.
Esa osadía solicitada se manifestó de arranque nomás, apenas a los 2 minutos, cuando el equipo villamariense llegó al gol por una acción generada por los dos centrales (creáse o no), después de una jugada con pelota detenida.
Nahuel Caler, receptor de un rebote, mandó el centro al segundo palo y Leandro Peñaloza no dudó en definir con zurda para colocar la pelota al ángulo.
El debut en la red del "Chachito" con la camiseta de Alumni, era nada menos que el debut entusiasta de Bonetto, que si bien sufrió desde el banco, recibía por lo menos esa buena energía que siempre significa lastimar casi desde los vestuarios.
En ese contexto, Juventud tuvo que salir a buscar el partido más arriba, lo que desató un juego de ida y vuelta bastante entretenido, donde los arqueros cumplieron un papel fundamental.
Con algunos desacoples lógicos, Alumni debió padecer la figura del grandote centrodelantero puntano, Matías Quiroga, dueño del imán en cada ataque visitante. Pero Julio Chiarini lo amargó tres veces, luego de dos remates cruzados y otro surgido de un tiro libre.
De todas maneras, el elenco fortinero mostró mayores situaciones nítidas que fueron desperdiciadas porque Carlos Herrera no encontraba la efectividad que lo caracteriza (desvió un cabezazo y otros dos tiros fueron sacados por el arquero Paolo Olivera), y tampoco alcanzaron a concretar Raúl Maldonado y Matías Bolatti, en disparos salvados con lo justo por intervenciones defensivas.
Por entonces, la efectividad del principio, con Peñaloza como protagonista, era sólo un espejismo porque tranquilamente la primera parte pudo terminar 4 a 3 en favor del elenco local.
Aguante
Ordenarse fue la prioridad para Alumni en el arranque del complemento, pero el problema es que lo hizo sin capitalizar con criterio la pelota.
Entonces creció un poco Juventud, que buscó desesperadamente el empate y preocupó en jugadas con pelota detenida, en zonas donde se extrañaron jugadores de la talla de José Figueroa (descartado por hepatitis) y Víctor Rena (lesionado), quienes habitualmente se hacían cargo de despejar en el juego aéreo.
Sin embargo, lo que falló por arriba la visita, el grandote Matías Quiroga lo resolvió por abajo, cuando recibió afuera del área y envió un derechazo, de media vuelta, que se colocó pegado al palo derecho de Chiarini, a los 14 minutos.
La preocupación de la tribuna no contagió al campo porque Alumni sacó desde el medio y rápidamente volvió a marcar diferencias: Hugo Yocca se escapó por derecha y envió el centro rasante para que Herrera, ahora sí, pudiese definir con derecha, pese al esfuerzo del arquero Olivera.
Después del grito de "Falucho" (el segundo desde su regreso al club), el partido volvió a mostrar al visitante enfurecido para tomar posesión del terreno y al local tratando de reubicarse de la mejor forma. Fue allí cuando Bonetto acertó con los cambios porque el ingreso de Sebastián Godoy por un extenuado Guzmán le dio recuperación en el medio, y además, posteriormente Gerónimo Vidal (en lugar de Maldonado) sirvió para tener la pelota.
Juventud tuvo sus chances de empatar, pero sobre la línea le sacó Diego Villagra un tiro a Matías Quiroga; Chiarini atrapó un remate peligroso, bien abajo, y finalmente José Yocca (salido desde el banco) envió un derechazo que rozó en una pierna local y salió al córner.
Alumni finalmente pudo hilvanar algo mediante el juego de Matías Bolatti (muy claro en el traslado) y las guapeadas de Hugo Yocca (falló un gol con su pierna menos hábil), hasta que finalmente llegó el pitazo final y, entre abrazos de felicidad, la victoria le abrió la puerta a una ilusión renovada.
La figura
Julio Chiarini respondió casi todo el partido de manera magnífica, desviando pelotas que parecían imposibles de sacar. También lo hizo el arquero de Juventud, Paolo Olivera, responsable de ahogar más gritos para Alumni.
En el equipo villamariense también se destacó Leandro Peñaloza (casi no se complicó) y Matías Bolatti, a la hora de jugar por abajo.
El árbitro
El bonaerense Facundo Díaz tuvo un solo error grosero: no haber expulsado con roja directa a Gastón Martínez, después de una patada de atrás que así lo pedía, en perjuicio de Matías Bolatti. En lo demás, el árbitro trató de controlar las acciones desde cerca, aunque se equivocó en un par de faltas. Hubo dudas en posiciones adelantadas marcadas por sus asistentes.
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