Marisa Carrillo, madre de Joaquín Chanquía, develó que viajarán a Tailandia para realizar el tercer tratamiento de células madre de su pequeño hijo.
“Joaquín ya tiene cambios, los cuales lamentablemente profesionales de Argentina no se animan a confirmármelo por escrito, actúan con miedo. El destino quiso que una persona especial, profesional, carismática y por sobre todas las cosas objetiva al momento de dictaminar un acto, lo hiciera, como es Valeria González”, dijo en alusión a la terapista que lo atiende en “El Principito”.
“Aunque sea a la distancia, personas de otros países pueden ver por video que Joaquín ha avanzado y es obvio que su progreso se da por esta causa”, añadió.
La madre del niño indicó que necesitan la colaboración de todos. “Siempre se habla de solidaridad, pero hoy después de casi tres años de campañas solidarias, si no la buscamos, la solidaridad no llega a casa por sí sola”, declaró.
No obstante, aclaró que está agradecida “profundamente a tantas personas que hasta ahora me están ayudando”, como a los 15 colegios “que me han invitado a contar mi experiencia, para hacerles comprender lo importante de decir ‘sí acepto’ a un compañero especial”. En este marco, conoció a “muchas personas con un potencial cariñoso extremo”.
Para el tratamiento, deben conseguir 400 mil pesos. Y no descartó llevarlo a Cuba para una rehabilitación “adecuada”.
Marisa confesó que “ser mamá de un niño especial es muy difícil, ya que los tiempos de nuestros hijos no son los mismos a los de otros”. “Ni hablar -añadió- cuando se busca poner un palo en la rueda, llámese envidia, rencor, recelo y no descarto ignorancia, como pasó con la mamá de un niño, que luego de escracharme de manera pública por Facebook, aliada con un periodista, no le fue suficiente: envió esa nota al representante de Luciano Pereyra, antes de que el cantante llegara a la ciudad para un evento a beneficio de mi hijo”, relató.
Contó que contactarse con distintas personas e instituciones con el fin de ayudar al pequeño lo fue “aprendiendo sola desde casa, frente a la computadora”.
Para ayudar hay diversas opciones:
• Se juntan tapitas de champú, crema de enjuague, lácteos, de remedios y envases de lavandina, entre otros.
• Se puede depositar dinero (desde $10 a $2.500) en www.unpasoporjoaquin.com.ar.
• Habrá una Peña Solidaria el 29 de noviembre próximo en el Club River de Bell Ville, junto a Benjamín Rapella, quien también viajará a Tailandia.
Actuarán Nacho y Daniel, Cuarto Menguante, Los Peñeros de Oliva y Cumbia Vox.
• El teléfono de Marisa es (0353) 154291243. El domicilio, Carlos Pellegrini 654, Villa María.
Las diferencias con nuestro país
Carrillo precisó que “en Argentina se utilizan células madre propias del paciente, mientras que en China, Tailandia, India, usan células madre del banco que posee China, que es uno de los más grandes del mundo”.
Especificó que en nuestro país “un implante cuesta aproximadamente 30 mil pesos, sin internación ni rehabilitación”, y lo comparó con Beike -la empresa de tratamiento en China-, “donde ocho implantes cuestan 26 mil dólares, con un mes de internación, comida para el paciente, terapias y rehabilitación”.
“Como todas las células del cuerpo, las células madre tienen la capacidad de multiplicarse a sí mismas y regenerar tejidos que hayan sido dañados, pero a diferencia de cualquier célula, éstas, por su capacidad para reproducirse más rápidamente y por el poco deterioro que presentan en un adulto aunque la persona haya envejecido, pueden transformarse en células especializadas que trabajen en pro de un tejido en particular”, manifestó la progenitora de “Joaco”. Sostuvo que son más eficaces para actuar en una patología de base como la parálisis cerebral (la que presenta el nene) y consideró que en Argentina “no es utilizada porque carecen de conocimientos”.
“Tengo notas enviadas del Incucai. También lo hizo el ministro de Salud y la señora presidenta (Cristina Fernández)”, apuntó.
Marisa y Marcelo Chanquía (padre del pequeño) están convencidos de que su hijo mejoró su calidad de vida por estos tratamientos y vuelven a enfrentarse a los pronunciamientos del Incucai y la cartera de Salud del país, que rechazan estos implantes.