Mañana se realizará el acto por el cual se restituirá el nombre de Colegio Nacional de Villa María al IPEM 275. Además, la promoción 1968, al cumplir 45 años de egresada, presentará un libro de autoría de Alberto Kestli.
El acto de imposición de nombre se concretará a las 18.30 en el establecimiento de calle Santiago del Estero y Manuel Belgrano.
Ayer, EL DIARIO recogió opiniones de los alumnos del tradicional secundario, para conocer sus apreciaciones sobre la recuperación del nombre con el que siempre se conoció a la escuela.
Thalía Ferreyra, Fernanda Merlo, Brenda Cornejo y Jeremías Luciano valoraron el hecho y señalaron sentirse “orgullosos” por formar parte de este colegio.
Thalía indicó que “con un gran esfuerzo pudimos cambiar el nombre y es un orgullo; yo siempre cursé acá y está bueno que siga siendo el Nacional”.
Apuntaron que si bien formalmente se referenciaba a la institución como “IPEM 275 ex-Colegio Nacional”, popularmente se lo llamaba Nacional.
Recordaron que toda la comunidad se unió en 2012 para recolectar firmas con la finalidad de solicitarle al Gobierno provincial la restitución del nombre. “La mayoría decía que debía llamarse así porque es una referencia histórica y además porque es conocido con tal denominación”, precisó Jeremías.
Los cuatro concordaron en que no les hubiese gustado que tuviera otra designación.
“Al venir y cursar todos los años, sería raro cambiar”, subrayó Fernanda.
Cuando este matutino les preguntó cómo caracterizarían a esta escuela, hubo elogios. Consideraron que es un establecimiento “inclusivo, con posibilidades para todos” a la hora de estudiar.
Sí dejaron trascender cierta tristeza por algunos comentarios estigmatizadores hacia el alumnado.
“No nos agrada mucho cuando hablan mal de nosotros, sobre todo porque difaman y generalizan. Hay gente que siente orgullo por este colegio”, expresaron.