El destete, el paso de lactante a rumiante y el cuidado en los dos primeros meses de vida de las terneras fue el eje de una charla con recorrida por tambos que se realizó ayer en la zona de La Herradura.
Daniel Manelli, veterinario de Devoto y miembro del Consejo Asesor del INTA de San Francisco, fue el encargado de dar la charla en el consorcio de ese paraje, ante un grupo de tamberos de la región.
"La idea de esta charla es salir de lo teórico y recorrer los tambos para ir evaluando y compartiendo los manejos de las guacheras de la zona", dijo.
Tras la recorrida por tres explotaciones tamberas, Manelli dijo a EL DIARIO que “siempre se puede corregir, pero le puedo decir que lo que vimos es muy superior al promedio”, destacando las cualidades del manejo de los terneros en la región.
“Creo que es importante que la gente que trabaja tenga presente el concepto de bienestar animal”, agregó. Desde ese punto, los sistemas que se utilicen pueden tener ventajas o desventajas. “Si se tienen en cuenta los procedimientos para lograr ese bienestar, las guacheras pueden ser en jaulas, estacas o estacas con correderas. Por supuesto que esta última alternativa tiene más ventajas, especialmente en verano, porque le da más posibilidad de movilidad”, agregó.
Sobre el tema de las enfermedades más frecuentas -diarrea y neumonía-, señaló que la incidencia variará según el manejo. “Si bien hay muchos orígenes para la enfermedad, lo ideal es que se actúe en forma preventiva, sabiendo que tanto la diarrea como la neumonía se manifiestan más en situaciones de estrés, como el frío excesivo o el calor excesivo. Por eso, en el fondo, todo es manejo”, dijo.
Finalmente, expresó que el cuidado de las terneras en los dos primeros meses de vida es “clave para la lactancia futura y la reposición. Allí está el secreto de la lechería”.
Guacheras
Con matices, las guacheras que visitaron los asistentes a la jornada de capacitación impulsada por el INTA tienen un sistema de cuidado de terneras que incluye el contacto con la madre para el calostrado durante los primeros días.
Luego pasan a las guacheras, donde son alimentadas durante el primer mes (o un poco menos) con leche y rutter, que es el alimento para destetar tempranamente a los terneros; para pasar luego al maíz y completar así la alimentación hasta que sea definitivamente rumiante.
El modelo de Bell Ville
Una de las experiencias más conocidas es la de la guardería de terneros de Bell Ville, donde tienen 400 terneros en estacas con correderas y otro tanto en cría.
Raquel Bisanni explicó que ellos trabajan también con el alimento para destete temprano y que el sistema de estaca con corredera, “que consiste en un alambre con dos hierritos para que el ternero tenga un espacio mayor para desplazarse”, es el que evaluaron como más saludable para garantizar el bienestar animal.
Si bien admitió que lo ideal sería que cada tambo tenga su guachera para evitar el estrés del traslado y el cambio de manos en una etapa tan sensible, “el problema es básicamente la dificultad para conseguir gente involucrada en la crianza. Si vos querés que el tambero haga todo, es imposible. Tiene que haber alguien enfocado en esa actividad en particular. Evidentemente, los tambos que nos llevan sus terneros es porque no tienen resuelto ese problema”.
“Ante esa dificultad, nosotros ofrecemos una alternativa, porque lo otro es una alta tasa de mortandad y con la guardería tratamos de evitarla”, explicó.
En el lugar, los terneros dejan de tomar leche a los 30 días y siempre les dan agua, contemplando que primero consuman el alimento base. “Cambia la cantidad. En los primeros días toman un litro y a los 60 días están tomando ocho litros. Pero el ternero tiene sed y hay que darle agua”, dijo.
Finalmente, señaló que con los calores vienen problemas importantes, como el de la mosca, “por lo que hay que dedicarse mucho”.