Mariana (14 años, estudiante): Uso siempre el casco cuando voy de acompañante; es correcto el uso del mismo. Opino que deberían tener conciencia los ciudadanos con el uso del protector.
Como parte del informe preparado por los estudiantes del Instituto del Rosario, se incorporó una entrevista especial con el excomisario Daniel Ferreyra, a cargo de la Subsecretaría de Prevención municipal.
En un diálogo abierto con el funcionario, se destacaron las siguientes declaraciones. “El uso del casco es una cuestión de conciencia. Creo que el que no lo usa no toma razón que sirve para proteger su vida, no es para evitar que le apliquen una multa o una sanción. La idea desde la legislación es que se use. Sabemos que el uso del casco no evita accidentes, pero que sí influye mucho en la consecuencia”.
Entre la coerción y la educación
Del mismo modo señaló que “en este año han perdido la vida cantidades de adolescentes y a veces nos cuesta más educar a los mayores que a los menores. Y en ocasiones, la parte coercitiva es la más efectiva”.
Aseguró que “lo que se está tratando de hacer con los jóvenes es aplicarles la exigencia del uso del casco para que cuiden su vida más que todo”.
Mencionó además que “el incremento del parque automotor incluso no se puede comparar con las grandes ciudades del país”, para referir a que “la cantidad de accidentes es proporcional”, dado que “cerca de 80 mil vehículos (45.200 automóviles y 36 mil motos) es igual a la cantidad de habitantes que hay en la ciudad, o sea, uno por persona”. “La mayor cantidad de accidentes es protagonizada con jóvenes. Esto se da por conductas como transitar a altas velocidades o cruzar semáforos en rojo que se ven a diario”, deslizó. También aportó que “los horarios de accidentes son variados: tres o cuatro accidentes por día, sin consecuencias fatales. Desde la Secretaría de Prevención Comunitaria y Derechos Humanos, el doctor Carlos De Falco está trabajando en programas de concientización en escuelas desde niños muy chiquitos, donde se entregan cascos tratando de concientizar a los chicos para que hagan pensar a los padres y le exijan el uso del casco”.
“Educar es lo más efectivo, pero lleva tiempo”, sentenció Ferreyra, para recordar que “se han cursado notas al Ministerio de Educación para que se incorpore a la currícula de estudio la materia tránsito, incluso no sería descabellado que se enseñe a conducir en las escuela a los jóvenes, para que en el egreso del secundario puedan adquirir el carné de conducir”.
“Los inspectores no son maestros”
Sobre los controles indicó: “Se instalaron controles permanentes en los lugares de mayor tránsito y en los distintos horarios. Obviamente éstas son medidas coercitivas, para la que existe una ordenanza que legisla sobre la obligación del inspector de Tránsito a proceder a realizar el acta”.
El funcionario remarcó que “es lo que realiza el agente de Tránsito a través de sus inspectores”. Consultado sobre los modos o maneras de trato de los agentes, por casos de instruir en el marco de una campaña de concientización, insistió en que el inspector “tiene una obligación, ya que es un funcionario público y está obligado a hacer la infracción. Si no la hace, está cometiendo o incurriendo en un delito que es omisión a los deberes de funcionario público”. “No hay que enseñar sobre la infracción a menos que en lugar de inspectores se pongan maestros que enseñen”, aseveró el excomisario. En ese sentido, sostuvo que “es muy evidente que esto no puede ocurrir, ya que una considerable cantidad de motociclistas no respeta el operativo”. Y reiteró que “el inspector, al constatar la falta, está obligado por ley a hacer el acta de infracción”.
Textos y entrevistas: Facundo Serrano, Ariel García y Giuliana De Marchi
Pasantes del Instituto del Rosario