Un bar de ba­rrio Los Ol­mos de Vi­lla Nue­va, que aho­ra es­tá clau­su­ra­do, cal­deó los áni­mos de los ve­ci­nos.
La due­ña, Ma­ría Aman­da Iba­rra, lla­mó a la Re­dac­ción de EL DIA­RIO pa­ra ha­cer de­cla­ra­cio­nes. Con­cu­rri­mos al lu­gar y ar­gu­men­tó ser víc­ti­ma de una per­se­cu­ción po­lí­ti­ca por ha­ber brin­da­do el lo­cal co­mo una es­pe­cie de uni­dad bá­si­ca del ofi­cia­lis­mo pro­vin­cial, a tra­vés de Mar­ce­lo Fros­sas­co, en las úl­ti­mas elec­cio­nes le­gis­la­ti­vas.
Sin em­bar­go, el con­te­ni­do del ex­pe­dien­te abier­to por la clau­su­ra dis­ta de sus de­cla­ra­cio­nes y, esen­cial­men­te, la ma­yo­ría de los ve­ci­nos es­tá en con­tra de la aper­tu­ra del mis­mo.
Iba­rra di­jo a es­te ma­tu­ti­no que en el con­tex­to de los co­mi­cios de agos­to pa­sa­do "es­tu­ve ayu­dan­do a Fros­sas­co du­ran­te la cam­pa­ña y en­ton­ces vi­nie­ron los ins­pec­to­res". "Te­nía el ma­ta­fue­go ven­ci­do y co­mo se me ha­bía caí­do una par­te de la luz de emer­gen­cia no la te­nía co­lo­ca­da en la pa­red. Fue­ron al ba­ño y no es­ta­ba la pi­le­ta", ad­mi­tió. Lue­go con­tó tam­bién que le fal­ta­ba la ad­he­sión de los ve­ci­nos pa­ra abrir, tal co­mo lo es­ta­ble­ce la le­gis­la­ción lo­cal vi­gen­te.
Pe­se a es­to, Iba­rra ase­gu­ró que la co­mu­na la per­si­gue y no exi­ge a los otros ba­res lo mis­mo que a ella. Pi­dió, en es­te sen­ti­do, con­tem­pla­ción "por­que ten­go tres hi­jos (de 5, 12 y 15 años) y nos man­te­nemos gra­cias al bar", que fun­cio­na des­de ha­ce tres años en Juá­rez Cel­man 9 y que se de­no­mi­na "El ca­ba­llo".
Asi­mis­mo, ase­ve­ró que el em­pren­di­mien­to "es tran­qui­lo" y que fun­cio­na "so­bre to­do a la tar­de y a la no­che, pe­ro no has­ta al­tas ho­ras". "Cum­plo con los ho­ra­rios per­mi­ti­dos, acá se jue­ga a las car­tas y a los da­dos y ten­go abier­to has­ta no más de las 21", pre­ci­só.
"No mo­les­to a na­die, no sa­co las me­sas a la ve­re­da pa­ra no mo­les­tar a los ve­ci­nos", aña­dió Iba­rra.

Los he­chos ofi­cia­les

El 24 de oc­tu­bre, la Sub­se­cre­ta­ría de Se­gu­ri­dad Ciu­da­da­na y Trán­si­to la­bró un ac­ta de cons­ta­ta­ción de in­frac­ción por vio­lar el ar­tí­cu­lo 29 de la Or­de­nan­za de Es­pec­tá­cu­los Pú­bli­cos que de­ri­vó en un de­cre­to del Eje­cu­ti­vo dis­po­nien­do "la clau­su­ra in­me­dia­ta" del bar.
El 26 de no­viem­bre, en tan­to, Se­gu­ri­dad Ciu­da­da­na rea­li­zó una ins­pec­ción y se ve­ri­fi­có "que ha­bían si­do vio­len­ta­das las fa­jas con la le­yen­da ‘clau­su­ra’ co­lo­ca­das el 25 de oc­tu­bre, por lo que se vol­vie­ron a co­lo­car en pre­sen­cia del per­so­nal de Po­li­cía de la Pro­vin­cia".
Más allá de es­to, des­de el Go­bier­no se ex­pli­có ayer, an­te la con­sul­ta de EL DIA­RIO, que el bar no con­ta­ba con la ad­he­sión de los ve­ci­nos. De he­cho, ellos se que­ja­ron por el mis­mo an­te es­te cro­nis­ta. De­nun­cia­ron que hay mú­si­ca a al­to vo­lu­men en la ma­dru­ga­da, pe­leas a la sa­li­da y dis­tur­bios.
Tam­bién, em­plea­dos de la em­pre­sa ubi­ca­da en­fren­te del lo­cal de­man­da­ron el cie­rre del bar, can­sa­dos de los in­con­ve­nien­tes que pro­vo­can al­gu­nos de sus ha­bi­tués.

ANSES
• Hoy y ma­ña­na aten­de­rá la de­le­ga­ción lo­cal de AN­SES en el cen­tro ve­ci­nal del ba­rrio Re­si­den­cial Amé­ri­ca, ubi­ca­do en Mar­cos Juá­rez y Ce­fe­ri­no Na­mun­cu­rá. Tam­bién allí es­ta­rá el ca­mión de "Pes­ca­dos pa­ra to­dos".
Ma­ña­na, por su la­do, ha­brá una Fe­ria Ame­ri­ca­na en el cen­tro ve­ci­nal de ba­rrio San An­to­nio, en­tre las 14 y las 19.
• Hoy a las 9, edi­les tra­ta­rán en se­gun­da lec­tu­ra los pro­yec­tos de Pre­su­pues­to y Ta­ri­fa­ria que ha pre­vis­to el Go­bier­no de Gui­ller­mo Ca­vag­ne­ro pa­ra 2014.
En tan­to, el sá­ba­do a las 10 se rea­li­za­rá el ac­to de cie­rre de se­sio­nes or­di­na­rias co­rres­pon­dien­tes a 2013. En la oca­sión, se rea­li­za­rá la en­tre­ga del pre­mio “Con­ce­jo De­li­be­ran­te” a dis­tin­tos alum­nos del Ni­vel Me­dio de las es­cue­las de la ciu­dad.

Los Olmos intransitable
Pa­ra al­gu­nos ve­ci­nos de Los Ol­mos, sa­lir ayer y el mar­tes de sus ho­ga­res fue una ta­rea di­fí­cil: la llu­via de­jó a las ca­lles del sec­tor in­tran­si­ta­bles.
Ha­bía que ha­cer ma­la­ba­res pa­ra lo­grar­lo. Las mo­tos, por ejem­plo, uti­li­za­ban las ve­re­das pa­ra ha­cer­lo.
Un verdadero trastorno.