Inspirado en la película “Cadena de favores” (donde el protagonista a partir de una pequeña acción logra un gran efecto en su comunidad), un grupo de alumnos del Instituto “El Caminante” diseñó y concretó proyectos relacionados con el consumo de alcohol en jóvenes y el apoyo solidario a vecinos de sectores carenciados de la ciudad.
Las iniciativas, que se desarrollaron en el curso de segundo año surgieron en la cátedra “Ciudadanía y Participación”, contaron con el acompañamiento pedagógico de la docente Luciana Crespín.
“Después de que vimos la película se procedió al análisis teórico y conceptual. Posteriormente comenzamos a pensar posibles aportes que podríamos realizar a nuestra comunidad”, indicó la docente en diálogo con EL DIARIO.
Así fue como, basándose en la preocupación que les genera a los alumnos el consumo de alcohol en sus grupos de pares y sabiendo que hay una ley que lo prohíbe, los estudiantes decidieron aportar su esfuerzo para brindar ayuda.
Colaborar con quienes más lo necesitan fue entonces la premisa que movilizó a los educandos de la institución, dirigida por la licenciada Ingrid Becco, a concretar el proyecto “Juntos podemos, no al alcohol”.
En el marco de lo planificado, los alumnos se dirigieron hasta la zona céntrica de la ciudad para allí repartir volantes con consignas donde se pide: “Digamos no al consumo de alcohol en menores de 18 años”.
“Nos sumemos todos al no”, sostienen los jóvenes promotores de la acción preventiva apuntando también a que se respete la Ley Nº 24.788, que prohíbe la venta de alcohol a menores.
Otro de los mensajes repartidos por los estudiantes secundarios llamaba a una reflexión profunda sobre la ingesta de bebidas etílicas.
“Recapaciten, reflexionen, piensen... El alcohol hace mal”, se podía leer en los cientos de pequeños volantes que se repartieron entre transeúntes que atravesaban el casco céntrico villamariense.
Cabe destacar que también se entregaron folletos en quioscos y despensas de los barrios de donde provienen los protagonistas de la campaña.
“Luego de la realización del proyecto llegamos a la conclusión de que, por un lado, no es fácil modificar las conductas y actitudes de las personas frente al consumo y venta de alcohol”, indicaron desde la institución educativa.
Como aspecto positivo a destacar, los responsables de la cruzada señalaron que se superaron ampliamente las expectativas del grupo, ya que “se comenzó con una pequeña idea y logramos de algún modo llegar a una porcentaje importante de la comunidad villamariense”.
Por los que menos tienen
Además del proyecto contra el consumo de alcohol en jóvenes, los estudiantes llevaron adelante también una acción solidaria que denominaron “Otra realidad a dos cuadras de casa”.
La enriquecedora experiencia de colaborar con los que menos tienen fue abordada por los jóvenes.
Para cumplir con los objetivos trazados, el grupo recolectó donaciones de ropa, juguetes y libros que después repartieron personalmente entre los niños que asisten al Nivel Primario e Inicial de la Escuela Juana Manso de barrio Carlos Pellegrini.
Durante el evento, los chicos de “El caminante” aportaron el material obtenido y participaron de actividades recreativas que ellos mismos prepararon para la ocasión.
“Llegamos a la conclusión de cuánto tenemos que valorar lo que tenemos y el esfuerzo que hacen nuestros padres para brindarnos lo mejor día a día”, coincidieron en sostener los alumnos.
“Pudimos reconocer que existen otras realidades socioeconómicas a pocas cuadras de nuestra institución, a las que no juzgamos ni prejuzgamos”, concluyeron los consultados con este matutino.