“Estas variedades se vienen ensayando hace cuatro años en la red territorial del INTA y el comportamiento ha sido muy satisfactorio”, dijo el ingeniero agrónomo Horacio Gallarino, director técnico y comercial de Palo Verde SRL.

En el transcurso de su presentación, el ingeniero Basigalup explicó que a partir del CVT con Palo Verde, que regirá hasta 2019, el INTA tiene la responsabilidad de seleccionar plantas y hacer síntesis de poblaciones y posteriormente inscribir los materiales que se logren, entregando a Palo Verde la semilla prebásica. Por su parte, la empresa asume la responsabilidad de multiplicar y comercializar las semillas, financiar la tarea y pagar regalías. Al describir los nuevos materiales indicó: “Traful PV-INTA es una  alfalfa del grupo 9 y está especialmente recomendada para cuencas lecheras. Es altamente tolerante a los ataques de pulgón negro, vector del virus de las enaciones. Posee una muy buena sanidad de hoja y de tallo y una adecuada relación hoja/tallo.  Además, tiene alta velocidad de rebrote y gran adaptación a sistemas de pastoreo intensivo y henificación”.

Con un reposo invernal más marcado y una mayor tolerancia al frío, Pulmarí PV-Inta es una alfalfa del grupo 7, que se destaca por ser muy plástica en su adaptación, ideal para la región pampeana sur y Patagonia. Muestra un excelente comportamiento para esquemas de pasturas consociadas con otras especies. “Pulmarí está teniendo un excelente comportamiento en la red de ensayos”, afirmó Basigalup.  

En tanto que Limay PV-Inta tiene muy buena producción de materia seca y se adapta muy bien a suelos pesados, anegadizos, con alto contenido de arcilla y otros materiales finos como los suelos entrerrianos y los de la cuenca norte de Buenos Aires. “Las seleccionamos a partir de materiales en Concepción del Uruguay y es excelente en suelos vertisoles”.

El experto del INTA mostró que en la red de ensayos, cuyos valores finales se conocerán el año que viene, los tres materiales que comercializará Palo Verde están el cuartil superior, en todas las localidades que se muestrean y, en algunas de ellas, encabezan el ranking de rendimientos.

Adelantó que el INTA está trabajando fuertemente para lograr más y mejores materiales, de la mano del uso de marcadores moleculares. “Tenemos varios proyecto en ejecución y en carpeta. Buscamos tolerancia a herbicidas, a insectos, a estrés abiótico, básicamente salinidad y eficiencia hídrica”, señaló Basigalup. 

Cabe señalar que Palo Verde produce el 100% de las semillas que comercializa en la República Argentina. La principal zona de producción de semillas de Palo Verde es el sur de la provincia de Buenos Aires, donde llueve entre 300 y 400 milímetros anuales y el cultivo se implanta en predios asistidos con agua del río Colorado.