A pocos días de cumplirse un año desde el inicio del juicio por la megacausa La Perla, el fiscal federal Carlos Facundo Trotta (37) afirmó que “el balance es positivo, con casi 200 testigos que declararon y corroboraron la existencia de un plan sistemático de exterminio, implementado desde antes del golpe de Estado” de marzo de 1976.
Trotta, quien lleva la parte acusatoria en el proceso de enjuiciamiento que comenzó el 4 de diciembre de 2012, precisó que “la existencia de los campos de concentración en Córdoba data de marzo de 1975” y que en esos lugares de “detención clandestina” se “alojaba, torturaba, fusilaba y desaparecía a los disidentes políticos” al régimen dictatorial.
“La Perla fue el lugar emblemático por donde pasó el mayor número de víctimas. Muchas de ellos son testigos en este juicio y en sus relatos vienen acreditando las muertes como consecuencia de las torturas, lo que refleja el grado de impunidad con que se manejaba la dictadura al hacer aparecer a los fusilados como muertos en enfrentamientos”, manifestó el funcionario judicial en una entrevista concedida a la agencia Télam.
El juicio había comenzado con la acumulación de 16 expedientes y en la actualidad ya suman 26 con la incorporación -durante el año- de otras cinco causas y cinco más que son desprendimientos de las que ya están siendo juzgadas.
“Lo que resta es mucho. Es importante la incorporación de las nuevas causas para acelerar los procesos de juzgamiento y, fundamentalmente, porque estaríamos abarcando casi la totalidad de las víctimas que pasaron por La Perla y Campo de La Ribera”, precisó Trotta.
Dijo que aún falta debatir “los hechos de abusos sexuales y violaciones ocurridos en el D2 (Departamento de Informaciones Policiales) porque dentro del plan sistemático existió la práctica de utilizar a las víctimas como objetos, es decir, una manifiesta violencia de género a través de diferentes tratos, como también lo padeció la gente por su condición de judía”.
Ya casi un año
El próximo miércoles 4 de diciembre se cumplirá un año de iniciado el juicio y ya pasaron por los Tribunales Federales de Córdoba 192 testigos -un tercio de los previstos- en las 104 audiencias realizadas hasta el momento y a partir de esos testimonios, “se advierte claramente que existieron sectores de la sociedad civil que fueron cómplices de la dictadura”.
Al ampliar sobre el tema, dijo que “en algunos casos miraron para otro lado, como hay otros que brindaron aportes, porque si no hubiese existido este tipo de complicidad empresarial, de la Iglesia, de la Justicia y de la política, yo estoy seguro que no hubiésemos tenido el resultado nefasto con el número de víctimas en Córdoba”.
Añadió que este juicio también permite conocer un sinnúmero de víctimas que todavía no se han investigado, por lo que la Fiscalía está remitiendo los antecedentes a los efectos de abrir el proceso investigativo correspondiente, a lo que se suma la reciente aparición de actas documentales en el Edificio Cóndor de la Fuerza Aérea, “que seguramente va a tener su valor jurídico, además del valor histórico”.
“Tratamos de dar respuestas”
“El Estado argentino y todos los que hemos contribuido para que estos juicios puedan realizarse estamos tratando de dar respuestas a las víctimas, a los familiares y a la sociedad toda”, remarcó el fiscal Trotta.
En ese contexto, dijo que “las víctimas están esperando respuestas y cuando vienen a declarar lo único que dicen es ‘gracias’ porque, al fin, después de 37 años, pueden tener respuestas y saber qué es lo que pasó con sus familiares secuestrados, torturados y asesinados, en muchos de los casos”, resaltó al hacer propias las palabras de muchos de los sobrevivientes.
Lo que ha hecho el Estado en materia de políticas de derechos humanos “es reconocido a nivel mundial. Este proceso (de juzgamiento) no se puede parar hasta que se termine porque es la única forma en que nosotros, como Estado, podamos crecer echando luz al pasado terrorífico”, dijo al referirse a eventuales especulaciones de los imputados en paralizar estos procesos.
Finalmente, Trotta sostuvo que es difícil determinar la fecha de la culminación del juicio, pero estimó que los testimonios podrían concluir en el transcurso del año 2014 y, quizás, a mediados del año 2015 ingresar en la etapa de los alegatos.
Otros detalles
La megacausa La Perla tiene 46 imputados, en su mayoría subordinados a quien fuera titular del Tercer Cuerpo del Ejército, Luciano Benjamín Menéndez, el principal acusado en este proceso.
El campo de concentración de La Perla, también llamado “La Universidad”, fue el principal centro clandestino de detención de la provincia y por allí pasaron entre 1.500 y 2.000 detenidos, la mayoría de los cuales continúan, hasta hoy, en situación de desaparecidos.
Instalado como centro clandestino de detención a fines del año 1975, fue desmontado en 1979. Según algunos relevamientos, La Perla funcionó desde el 24 de marzo de 1976 hasta marzo de 1978.
El tenebroso lugar estaba bajo el mando del Tercer Cuerpo de Ejército, por entonces conducido por Menéndez, quien frecuentemente inspeccionaba el lugar. El general Juan Bautista Sasiaiñ fue su segundo y el coronel César Emilio Anadon estuvo al mando directo de La Perla. Estos dos últimos fallecieron en 2006 y 2004, respectivamente.
Los hechos delictivos que se juzgan son “privación ilegítima de la libertad”, “imposición de tormentos agravados”, “aplicación de tormentos seguido de muerte”, “homicidio calificado”, “tentativa de homicidio calificado”, “sustracción de menor de 10 años”, “abuso deshonesto” y “violación”.
En todos los casos, los delitos fueron cometidos durante los años 1975 y 1976 mediante el plan sistemático de extermino implementado por el terrorismo de Estado.
Un hijo de Villa María
Facundo Trotta (se lo identifica más por su segundo nombre) nació en Villa María el 27 de abril de 1976 y es hijo del conocido dermatólogo local Carlos Trotta.
A fines de diciembre pasado remplazó a su par Carlos Gonella (oriundo de Oliva, pero criado en estas tierras) al frente del Ministerio Público Fiscal en la megacausa La Perla.
Previo a ello, el letrado villamariense se desempeñaba como fiscal subrogante del Juzgado Federal de esta ciudad, pero estaba cumpliendo funciones como coadyuvante en el juicio por la megacausa La Perla.
Anteriormente se desempeñó como secretario de la Fiscalía General Nº 2 de los Tribunales Federales de Córdoba y estuvo trabajando junto a Gonella en sonados procesos judiciales, como los juicios orales que se les siguieron a los represores Jorge Rafael Videla y el propio Menéndez.
Trotta cursó sus estudios secundarios en Villa María y luego se radicó en la ciudad de Córdoba para estudiar Abogacía, donde previo a ejercer la función pública desarrolló la actividad profesional en el ámbito del fuero provincial.