Noe­lia Ca­rre­ño es la mé­di­ca in­fec­tó­lo­ga del Hos­pi­tal Vi­lla Nue­va, des­de el cual se des­ple­ga­ron ac­cio­nes de sen­si­bi­li­za­ción a raíz del Día In­ter­na­cio­nal de la Lu­cha con­tra el HIV. En el no­so­co­mio pú­bli­co dia­lo­gó con EL DIA­RIO.

- ¿Por qué ra­zo­nes lle­ga la gen­te al con­sul­to­rio de con­se­je­ría? (atien­de los lu­nes de 12 a 14).

- Por HIV, tu­ber­cu­lo­sis, por con­se­je­ría. Lo im­por­tan­te es que se ge­ne­re con­cien­cia. Hay mu­chas en­fer­me­da­des que son bien co­no­ci­das y hay po­lí­ti­cas fuer­tes a tal fin co­mo el cán­cer de ma­ma, el cán­cer de cue­llo de úte­ro, pe­ro otras se de­jan de la­do co­mo en el caso del HIV.

- ¿Se co­no­ce la can­ti­dad de vi­lla­no­ven­ses que han con­traí­do el vi­rus?

- No ten­go nú­me­ros por­que es al­go que de­pen­de siem­pre de Epi­de­mio­lo­gía de la pro­vin­cia. En Cór­do­ba (pro­vin­cia) hay ocho mil ca­sos y es­ta re­gión es la ter­ce­ra en fre­cuen­cia, es de­cir, de­trás de Cór­do­ba y de Río Cuar­to es­tá el De­par­ta­men­to Ge­ne­ral San Mar­tín. 

- ¿Hay in­te­rés por rea­li­zar­se el test? ¿Son mu­chos los vi­lla­no­ven­ses que vie­nen al hos­pi­tal a tal fin?

- Sí, pe­ro por­que a la ma­yo­ría se los so­li­ci­to. Es­pon­tá­nea­men­te no. Aho­ra creo que con es­ta mo­vi­da que se da en es­ta ciu­dad y en Vi­lla Ma­ría au­men­ta­rá la con­cien­cia, lo que es ne­ce­sa­rio por­que se­gún es­ti­ma­cio­nes el 50% no co­no­ce que es­tá in­fec­ta­do.

- Da la sen­sa­ción de que la ciu­da­da­nía es­tá in­for­ma­da pe­ro no to­ma con­cien­cia. ¿Es así? ¿Por qué?

- Sí. Los de más edad pien­san que es una en­fer­me­dad que per­te­ne­ce a otros gru­pos, a quie­nes su­fren adic­cio­nes, a tran­se­xua­les, tra­ba­ja­do­ras se­xua­les, cuan­do en rea­li­dad  éstos son los que más se cui­dan y la epi­de­mia se ex­ten­dió a otros gru­pos. Más del 90% de los ca­sos nue­vos son por con­ta­gios en­tre he­te­ro­se­xua­les.

- ¿Cuá­les son los pi­la­res pa­ra evi­tar el con­ta­gio?

- El uso del pre­ser­va­ti­vo siem­pre, por­que cual­quier re­la­ción pue­de lle­var al con­ta­gio. Y, por otro la­do, co­no­cer la se­ro­lo­gía de la otra per­so­na.

- ¿En cuán­to tiem­po uno pue­de re­ci­bir se­ña­les de que pue­de ha­ber con­traí­do el vi­rus?

- En al­gu­nos ca­sos, tar­da en ba­jar las de­fen­sas, por eso el pe­río­do de in­cu­ba­ción va des­de al­gu­nos me­ses has­ta 17 años. Se des­co­no­ce por qué.

- Mu­chos creen que es mí­ni­mo el ries­go de en­fer­mar­se a tra­vés del se­xo oral.

- No es el mis­mo ries­go que el que exis­te en una re­la­ción va­gi­nal o la más ries­go­sa que es la anal, pe­ro sí se pue­de trans­mi­tir por se­xo oral, por­que pro­vo­ca trau­ma­tis­mos y he­ri­das que no se ven a sim­ple vis­ta pe­ro por don­de es fá­cil que en­tre el vi­rus.

- ¿Cuál es el pe­río­do ven­ta­na?

- Con los mé­to­dos ac­tua­les, se pue­de de­tec­tar en­tre 7 y 14 días des­pués de la re­la­ción de ries­go.

- ¿Qué ocu­rre cuan­do en una re­la­ción las dos per­so­nas pre­sen­tan el vi­rus? ¿De­ben cui­dar­se?

- El vi­rus tie­ne mu­cha ca­pa­ci­dad de mu­tar, de vol­ver­se di­fe­ren­te. Una per­so­na con HIV en re­la­ción con otra que tam­bién lo tie­ne, pre­sen­tan vi­rus dis­tin­tos, por lo que de to­das ma­ne­ras de­ben cui­dar­se.

- ¿Có­mo es la ca­li­dad de vi­da de al­guien que es­tá sien­do tra­ta­do mé­di­ca­men­te?

- Si el pa­cien­te no lle­ga tar­de al mé­di­co, la ca­li­dad es mu­cho me­jor que una per­so­na que tie­ne cual­quier otro ti­po de en­fer­me­dad cró­ni­ca. Los tra­ta­mien­tos son muy sim­ples, no hay cóc­teles co­mo eran an­tes de diez o quin­ce pas­ti­llas: hay tra­ta­mien­tos con una so­la pas­ti­lla por día.

- ¿Es da­ñi­na esa pastilla?

- No, es mu­cho más da­ñi­no el vi­rus. 

- Cuan­do uno co­mien­za a to­mar­la, ¿el tra­ta­mien­to ya no se in­te­rrum­pe más?

- No se in­te­rrum­pe más y oja­lá que la persona no lo ha­ga por­que eso le sal­va la vi­da.
 

Diego Bengoa