Al finalizar cada uno de los encuentros de mujeres, todas las voces cantan: “A pesar de todo, lo hicimos”.
“Esto es porque siempre hay muchos escollos para organizar, para viajar, para juntar plata para el colectivo, para frenar a la gente que quiere coptarlo. Por eso decimos que, a pesar de todo, lo hicimos así, como quiere la mayoría, con el carácter federal y participativo que tiene desde hace casi tres décadas”, dijo Leticia Forconi, defensora de los derechos de las mujeres y quien participa desde el segundo encuentro (el de San Juan fue el 28vo.) en las actividades.
Forconi es, además, quien organiza el viaje desde Villa María. Este año viajaron a San Juan en el mismo colectivo unas 15 mujeres, a las que hay que sumar otras tantas que fueron por su cuenta.
“La verdad es que participamos en los principales talleres para debatir sobre aborto, trata, violencia, mujeres aborígenes y hasta de medicina alternativa, sólo por citar ejemplos”, dijo.
“Es hermoso estar entre más de 20 mil personas analizando una problemática que está en la vida cotidiana de nuestras comunidades”, agregó.
A la hora de definir los encuentros, Forconi señaló que “más allá de quién esté en el Gobierno, te puedo decir que en estas 28 ediciones siempre fue opositor, porque no hubo nunca un Gobierno que se hiciera cargo de la cuestión de género. Sí se puede hablar de avances, hay leyes buenas, como la de violencia o la de trata, pero no hay presupuesto”, dijo.
Uno de los emblemas de cada encuentro es el que reflejan las conclusiones tras el debate sobre aborto. “Creo que más allá de las diferentes posturas o concepciones religiosas, nadie puede negar que se practica, que se mueren mujeres pobres por hacerlo en malas condiciones y, en consecuencia, no hay que dejar de tenerlo en la agenda pública. Por eso haremos una concentración para pedir a los legisladores que lo traten de una vez”.
Otro tema que analizó Forconi fue el de las manifestaciones más extremas de grupos minoritarios. “Eramos más de 20 mil y un pequeño grupo decidió, como pasa siempre, hacer unas pintadas y cantar con un tono un poco más fuerte. Eso no quiere decir que sea vandalismo, como dijeron algunos medios. Se trata de formas de expresión que no son mayoritarias y que, con el tiempo, seguramente se modificarán”, aseveró.
Finalmente, dijo que seguirán trabajando para asistir al próximo encuentro en Salta. “Es muy importante que sea en distintos lugares del interior del país, porque así todas las mujeres que viven realidades tan diferentes pueden alzar la voz y contar lo que les pasa”.