En un final no apto para cardíacos, Universitario torció, en la agonía, un marcador muy adverso (0-2), empató en el descuento con dos goles en tres minutos y, a dicha remontada, le sumó la puntería necesaria en los penales, donde logró ganar ¡8 a 7! y ello le permitió colmarse de felicidad en la calurosa tarde vivida en Plaza Ocampo.
Cuando todo parecía estar perdido, la “U” hizo posible lo imposible frente a un juvenil (ninguno de sus jugadores pasaba los 20 años) como muy prometedor elenco de Alumni que, más allá del dolor de la caída, logró un meritorio subcampeonato. Es que, sólo estuvo a segundos de lograrlo porque en el resto del partido mostró una mejor performance que su rival, si bien se visualizó una final muy pareja.
Igualmente, la actitud de reivindicarse cuando la historia parecía perdida y, principalmente, por la frescura clave que le brindaron sus juveniles desde el banco, Universitario remontó en un cierre muy emotivo un 0-2 abajo y se puso 2 a 2, lo que le permitió arribar envalentonado anímicamente en los penales, donde se hizo presente la figura de Federico Pedernera.
Asimismo, tuvo que “remarla” bastante en la lotería de los penales porque se hicieron muy extensos (patearon 11 remates cada equipo), ya que los juveniles de Alumni pudieron recuperarse del duro golpe del empate y la pelearon hasta el final. No obstante, el juvenil Iván Bruno, en el penal número 22, logró acertar y le dio el título a Universitario. Esa alegría ansiada en una fructífera como breve historia de la “U” en el fútbol doméstico.
Dentro de un partido muy parejo, donde el esfuerzo resultó innegociable, Alumni fue productivo cuando profundizó sus avances. Así fue que, promediando el primer tiempo, abrió el marcador a través de Federico Ferraris (tras captar el rebote luego que Pedernera le atajará el penal que Valle le cometió a Torres), que luego cuidó y controló con personalidad y solidez.
Para argumentar el marcador a su favor, Alumni contó con el muy buen trabajo en zona media de Denis Gaido (le brindó claridad y presencia en un sector muy poblado) y su solidez defensiva hizo que su rival intentará mucho, pero sin penetrar.
Así continuó el complemento que, en su primer cuarto, sólo tuvo el grave error del árbitro Pablo Díaz al obviar un claro “codazo” de Ledesma sobre Ponce. En el juego, poco sucedió más allá de las variantes posicionales de Universitario para obtener otra peligrosidad en sus ataques.
Pero, en los últimos diez minutos, el partido creció en emotividad porque Universitario creció con los ingresos de los juveniles Oliva, Barrionuevo y Acosta, aunque ante la necesidad sufrió las réplicas del “Fortinero”. Por lo que, sobre los 27’, Salomón se lució al atajarle un disparo a Oliva y, en la contra, Alumni llegó al 2-0. Es que, combinaron a pura pared Noguera y Galleguillo, quien terminó concretando un verdadero golazo que parecía finiquitar el trámite.
Sin embargo, sobre los 34’, Acosta tiró un centro cerrado desde izquierda, la pelota se desvió en Montivero y ello descolocó a Salomón, quien no pudo contener el balón: 2-1, y con cuatro minutos (el árbitro recuperó tres) por jugarse.
Con el impulso del descuento, la “U” se fue con todo y llegó un tiro de esquina que mandó Oliva al segundo palo, donde apareció Mauricio Valle para “fusilar” a Salomón y anotar el 2 a 2 eternamente festejado por los “académicos”.
Entonces, en un final impresionante, la final se resolvió en los penales, donde el dramatismo fue en aumento, al igual que la cantidad de remates, hasta que el pibe Iván Bruno acertó en su determinante penal y le dio el título que faltaba a Universitario.
Fotografías: 1) Mauricio Valle celebra con euforia el empate agónico
2) La alegría de los jugadores de la “U” tras el título obtenido
3) El desconsuelo de los juveniles de Alumni