A los 88 años (15 de mayo de 1925), con voz desgastada, pero segura y firme, Horacio Guarany cautivó con sus dichos a quienes lo entrevistaron desde FM Regional y a quienes lo escucharon también.
Abarcó muchos temas durante la entrevista radial y explicó por qué tiene a Villa María como uno de sus recuerdos imborrables.
“He ido a cantar muchísimas veces a Villa María y es imposible recordar cuántas, pero hay algunas cosas de las que no puedo olvidarme”, señaló el creador de “Si se calla el cantor”, como prólogo a lo que iba a pasar a contar.
Recordó que “en la época de la dictadura militar, el único festival que se jugó por mí fue el de Villa María”.
“Recuerdo -continuó- que la comisión organizadora había recibido amenazas para que no me contrataran porque estaba prohibido, pero el presidente de la comisión se jugó contra esas amenazas y dijo ‘aquí Guaraní va a cantar’”.
“Puedo olvidarme de muchas cosas, pero no de esos gestos de dignidad y respeto”, agregó.
Guarany, desde 1989 radicado en su finca “Plumas Verdes”, de Luján -desde donde concedió la entrevista telefónica radial-, no pudo con su perfil polémico al abordar el tema de la cultura y decir que la televisión “debe dejar de mostrar tantos culos y tetas y dedicarse a fomentar la cultura nacional”.
Al respecto, el creador de “Estamos prisioneros”, entre otras cientos de canciones, dijo que “vengo insistiendo a todos los que tienen la obligación de representar al país, con que la cultura es la base fundamental de cualquier nación del mundo”.
Al hablar del folclore, el “Potro” señaló que “es eternamente algo natural, vigente y presente”.
Añadió que “los que no están presentes son quienes no lo difunden como deben porque si no se respeta la música nuestra, tampoco se respeta nuestra identidad ni el lugar donde se vive”.
“Para eso -continuó- hace falta mucha educación, para difundir nuestra música con conocimiento y respeto”.
“Esto no ocurre únicamente en nuestro país, sino que ocurre en casi todo el mundo”, opinó.
“En el folclore están todos los conocimientos que el hombre ha creado colectivamente para poder ser lo que es”, dijo Guarany en mitad de la entrevista.
Seguidamente, señaló que “la educación es el primer artículo de la cultura y recién mucho después viene la economía”, para agregar que “aquí se hace todo al revés, primero está la economía y después la cultura, es decir, muchos usan la economía como base de todo y es lamentable”.
Reconoció que “no es para nada fácil revertir esa situación, pero espero que alguna vez el hombre encuentre su camino, su verdadero camino”.
Al hablar de las radios en general, el gran cantor popular dijo que “la radio es el pulmón por donde respira el pueblo”. Y lanzó una crítica, también generalizada, al señalar que “lamento profundamente que algunos usen la radio para decir pavadas y tonterías”.
"Manden leche"
Ya con voz cada vez más agotada, Guarany tuvo tiempo para el humor cuando se le señaló que la FM Regional villamariense es de Atilra: “Entonces manden unos litros de leche”, soltó.
Recordó que “Atilra me ayudó con la obra Forestal” y también comentó que “el sindicato, además, me ha ayudado con dinero para el teatro que estoy levantando en Luján y que vaya a saber cuándo podré terminarlo”.
Horacio Guarany se alejó de los festivales últimamente, en algunos casos por su estado de salud y en otros simplemente porque su edad le está pidiendo el retiro de los escenarios.
En Villa María, Jesús María y Cosquín, por nombrar a los tres festivales del país más importantes, Guarany colmaba anfiteatros y plazas en las décadas del 70, del 80 y hasta del 90 y no hace muchos años, en sus últimas presentaciones, ya se iba despidiendo de su público, dejando como heredero -según el mismo dijo- al “Chaqueño” Palavecino.
Con su infaltable poncho y nombrando permanentemente al vino como estandarte de vida, el popular artista, cuya voz ya no alcanza para seguir cantando “a los gritos”, ha recorrido todos los rincones del país y hoy descansa esa notable popularidad en la finca que ha levantado en Luján.
